Capítulo 3. La Chica Bonita

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La música era demasiado estridente, había chicos de todo tipo en aquel lugar, desde hombres más musculosos, hasta chicos delicados, mi amigo un chico de piel ligeramente apiñonada, y una sonrisa escandalosa, llamado JJ, era conocido en el lugar.

Todos se acercaban a darle la bienvenida, mientras yo me acercaba a la barra, buscando una buena bebida, que me ayudara a tomar valor, para lo que el llamaba, el inicio de la caza.

Así era llamado, aquel ritual donde el salía con algún acompañante, con quien pasar la noche, para mi, a pesar de tener una mente abierta, aún no estaba seguro de poder hacer aquello, en la primera noche.

Mientras el estaba rodeado de muchas personas, me acerqué a la barra, un hombre sin cabello, me ofreció una bebida, que olía demasiado a alcohol, me senté queriendo observar, no importaba que hiciera, siempre terminaba asustado de querer buscar una conquista.

Siendo un chico ruso, de ojos azules y cabello plateado, con un acento extranjero, más de uno se acercó a mí, pude notar la insistencia de llevarme a una habitación cualquiera, querían tenerme bajo de ellos, ser el de abajo no estaba en el plan, si es que quería experimentar.

Todo estaba siendo demasiado tedioso, cuando capté a una chica a mi lado, su cabellera negra le llegaba más abajo de su cadera, tenía una minifalda que parecía ser una tentacion, sus piernas estaban cruzadas, dejando ver su piel pálida, era sin duda una chica bonita, con un buen cuerpo, me molesté, quería saber si me gustaban los hombres, y terminé encontrando una chica, bufé fastidiado, las chicas podían ser adorables, pero siempre después de un encuentro, terminaba preguntándome, esto es todo?.

Traté de tranquilizarme, si ella estaba allí, debía ser lesbiana, así que suspiré, estuve a punto de pedir mi cuenta, cuando un chico se acercó a ella, le hablaba al oído, ella hacía gestos de molestia, parecía estar totalmente incomoda con ello, aquel sujeto trataba de ser demasiado insistente, y al no aceptar el claro rechazo, terminó aventando su bebida al piso, aquella chica cabello de noche se asustó - si no buscas algo casual, no vengas!! - le gritaba, ella se levantó de su asiento, para darle un claro golpe, que le sacó el aire, aquel tipo terminó arrodillado en el suelo.

Ella se acomodó la falda, peino su cabello con sus dedos y bufo - podré parecer una chica, pero todavía soy un hombre - fue su respuesta, me quedé sorprendido, era un hombre después de todo.

Aquel bar tender comenzó a reír, mientras mis ojos no podían apartarse de aquella bonita chica, suspiré, mi mirada no se apartaba de su silueta, cuando saqué mi dinero, miré un celular tirado en el piso, lo levante, y la pantalla se encendió.

Un chico azabache, de piel pálida y lentes de grueso armazón, estaba abrazando a una linda castaña, sin duda debía ser el, con todo el valor del mundo, seguí sus pasos.

Ella caminaba a prisa, varios tipos borrachos le chiflaban, nadie podría creer que aquella chica con cintura definida y una buena retaguardia, fuera un chico, ni yo mismo podía creerlo, corrí a toda velocidad, gritándole.

- Oye!!, oye!!, tiraste tu teléfono!! - ella se detuvo, a la luz de la iluminación de la ciudad, se veía aún más bonita, sin duda sabía engañar perfectamente, me miró con sorpresa - disculpa, este celular debe ser tuyo - se lo mostré, inmediatamente el busco en su chamarra, en su bolsa suspiró.

- Muchas gracias, discúlpa las molestias, no se donde traigo la cabeza - su voz era suave, no disimulaba, su voz aún seguía siendo la de un chico.

- No te preocupes.

- Aceptarías una copa o algo, como agradecimiento? - asentí, no perdía nada en ello, sin pensar que sería el inicio de algo, más allá de mi mismo, de su mano descubriría lo que realmente soy, aunque al final las ataduras de la sociedad, terminaron por ser algo con lo que no pudimos lidear.

El era un chico japonés, que al igual que yo, venía a probar suerte, quería ser un programador famoso, mientras que yo, quería ser un hombre de negocios, era un chico que también estaba probando suerte, con su verdadera naturaleza, se trasvestia a veces, cuando terminaba perdiendo, alguna apuesta con su amigo cercano.

Esta noche había perdido, monumentalmente, sin embargo, su amigo no pudo acudir, el se sacó una foto, pagando la apuesta, hablaba de él mismo y de sus costumbres, mientras bebiamos observando los desfiguros de los demás.

- Eres gay? - fue su pregunta, estuve a punto de sacar la bebida por la nariz, ante tal pregunta.

- Eso quisiera saber... - fue mi respuesta, estaba en una fase de autodescubrimiento, ni yo mismo sabía, como responder a las dudas que aquejaban mi mente.

- Todos tenemos esa duda alguna vez.

- Tu eres gay?.

- Creo que si... Solo que aun no he pasado a la fase de prueba, solo se que... Mientras todos admiraban a la viuda negra en esas películas de super héroes, yo le veía sus atributos a Thor - ambos comenzamos a reír.

- Yo solía verle la retaguardia a Chris Evans - era demasiado raro, ver a un par de chicos queriendo descubrir el mundo, era cerca de media noche, mi amigo JJ, ya no estaba en el panorama, las manos comenzaron a sudarme, pensé que aquel azabache, me miraba demasiado.

- Eres guapo... Porqué no te has ido con alguno de los que te rondaban?.

- Creo que ser el de abajo no está en el plan - me sonrió de medio lado, parecía analizarme, más de lo que me gustaba.

- Supongo que a mi tampoco, me gustaría ser el que reciba, pero supongo que probar contigo, no estaría mal - ambos nos observamos, creo que tener a un chico vestido de una linda mujer, era una nueva fantasía recién descubierta.

- Creo que me gustaría probar aquello.

- Pedimos la cuenta?.

- Nos estamos tardando - aunque mis piernas me temblaban, aunque mis manos sudaban, tomé lo que quedaba de mi bebida, con todo propósito, ambos nos levantamos, caminamos por las vacías calles de la ciudad, el canto de los grillos y el murmuró de los borrachos era lo que nos acompañaba, el se acercó a mí, metió su mano en la bolsa de mi pantalón, acariciando mi retaguardia, un escalofrío recorrió mi espalda, me detuve, lo miré de cerca, y sin nada de reparo, choqué mis labios con los suyos.

El Chico Que Abrazaba Mi EspaldaWhere stories live. Discover now