Capítulo 19. Aun

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La acompañé al lugar, guardaba silencio, no quería articular palabra, llegamos a aquel hospital de tercer nivel, con una torre de oncologia, la seguí, ella aceptaba mi compañía, llegamos a la habitación 16, el estaba ahí, hecho un ovillo, las sábanas cubrían su cuerpo, vi una máquina de infusión en su torrente sanguíneo, el se removia, a penas alcanzó un lebrillo, donde comenzó a vómitar sin contemplación, su hermana corrió con el, sobaba su espalda, mientras yo veía todo desde la puerta.

Ella acarició su cara, le pasó un poco de agua para enjuagarse la boca, fue en ese momento que se dio cuenta de mi presencia, quiso darme la espalda, pero su hermana no se lo permitió - es el momento Yuuri, no puedes huir más - el negaba, desesperado.

- No quiero que me vea así, por favor... No quiero que me vea así!! - decía, aquello rompió mi corazón, di pasos hacia el.

- No quiero irme de aquí, hasta saber la verdad, de tu boca... - mi voz era seca, tenía ganas de llorar y de explotar, quería reclamarle todo, todo el sufrimiento por el que pasé durante todos estos años.

- Yo... Te abandoné porque me diagnosticaron Cáncer Cerebral, igual que mi padre, el tumor estaba en un mal lugar, debía recibir quimioterapia y someterme a una cirugía, y yo... No quería que me vieras de esa manera...

- Te amaba... Más que a nada en este mundo, eras más que el chico que abrazaba mi espalda, tu... Eras el amor de mi vida y te fuiste... Me lastimaste, me hiciste sentir por años, que no fui lo suficiente para que tomaras riesgos por mi, me dejaste roto.

- Yo... Quizá a tus ojos, soy un idiota, y mis argumentos son vacíos, pero... Nunca dude de tu amor...

- Pareciera que si, me apartaste, sin darme la oportunidad de enfrentar esos malos momentos a tu lado, yo... Lo hubiera hecho sin dudar!!.

- Lo se... Se que hubieras cuidado de mi, con amor... Eso jamás lo he dudado, pero... No quería que sufriera lo mismo que sufrió mi madre, no quería que me vieras volviéndome un inútil, no quería someterte a cuidar de un enfermo, cuando no era tu deber.

- Esa hubiera sido mi decisión e incluso de eso me privaste.

- Yo... Perdí la visión una semana después de que te abandoné, mis piernas fallaron al mes, comencé con incontinencia al mes y medio, me dio neumonia a los 2, todo mi mundo se vino a pedazos, era un inútil, se que me amabas, se que hubieras estado para mi, lo sé, estaba tan seguro de ello, que no quería que me vieras de esa manera, no quería ver el mismo dolor que tuvo mi madre, por mi papá, yo... No quería que sufrieras por mí, pero al final, tu fuiste el motivo que me hizo luchar, porque quería verte una vez más... Aunque me odiaras yo... Deseaba ir abrazando tu espalda en tu motocicleta, paseando por la ciudad.

- Ahora... Porque estás aquí?.

- Yo... Me sometí a quimioterapias para reducir el tumor, pero... Al final si necesito operarme, sabía que no lograría tener tu amor de nuevo, así que quería ser egoísta una vez, y estar a tu lado, lo que la vida me permitiera porque, la cirugía es riesgosa, demasiado... Y yo... Quizá muera en el quirofano - las lágrimas bajaban de su rostro, miré a su hermana, ella también comenzó a llorar.

Había muchos pensamientos en mi cabeza, no encontraba paz.

Se fue sin decir adiós, durante años lo creí un traidor, un maldito egoísta que me había dejado vacío, cuando ya se había hartado de mi, estaba equivocado.

Varias veces lo vi caerse de su propia altura, sin poder meter las manos, me reí de él creyéndolo torpe, pero era la antesala de la etapa más difícil de su vida, mareos constantes, perdida de la visión gradual, el sentía que algo estaba mal con sigo mismo, pero después de los problemas que tenía con mi padre, y su sorpresivo fallecimiento, el estaba asustado de preocuparme.

Había acudido solo al médico, varios estudios fueron realizados, y justo el día, que le pedí vivir juntos, el había recibido los resultados, un tumor cerebral comprimia una parte importante de su cerebro, la parte encargada del equilibrio, era un tumor agresivo, su padre había muerto de ello, y ahora parecía repetirse con el, la tragedia.

Recordó todos esos momentos donde su madre, sufrió con su progenitor cuidando de él, estaba seguro que yo, jamás lo abandonaría, estaba tan seguro de mi amor, que no quería someterme a tal dolor.

Su madre lloraba a su lado, ella sabia que su hijo era gay, siempre lo supo, las madres te conocen más de lo que te conoces a ti mismo, el lo decidió, no me someteria a tal dolor.

Me dejaría ir, quizá no fue la solución, quizá me había hecho sufrir demasiado, vi su tórax subiendo de arriba a abajo, el comenzó a sollozar, me levante seguro de irme, pero no pude hacerlo, lo abracé, apretandolo a mi, sentía como su pecho se contraia, quise ser fuerte, pero las lágrimas bajaban de mi pecho, como en caudal, no podía detenerme.

Su hermana se acercó a nosotros, acariciaba su cabello - tu no vas a morir Yuuri, te necesitamos - dijo, angustiada.

-Estoy cansado de esto, estoy cansado de hospitales y de estudios, quiero terminar con esto.

Lo entendía, pero como el idiota que soy, lo miré a los ojos - has un último intento, levántate por mi, quizá ahora esté enojado, quizá ahora tenga mucho que reclamarte, pero aún así, yo... Quiero llevarte por la ciudad con mi motocicleta, sentir el calor de tu cuerpo, sentir el latido de tu corazón, en mi espalda, aun deseo ver el amanecer llegar, mientras estamos sentados perdidos en algún lugar - me sonrió, acaricié sus cabellos, el comenzó a vómitar de nuevo - no voy a abandonarte, ni permitiré que te alejes... Esta vez no - pareciera que había tocado una fibra sensible de su ser.

- No me trates con tanto amor, porque no lo merezco - quizás no lo mereces, pero no me pidas que no te trate de este modo, porque sigo siendo aquel estúpido, que aún te ama.

El Chico Que Abrazaba Mi EspaldaWhere stories live. Discover now