Cuarto Mes

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Capitulo XVI: Noche buena.

Ya era 24 de diciembre de diciembre, los magos y brujas disfrutaban en familia. Un rubio y azabache estaban en su mansión, iban a llegar tarde a la cena navideña.

—¡Dragón, vamos a llegar tarde!— grito Harry, llevaba hace como mil años esperando que Draco estuviera listo.

—¡Ya voy!— grito el rubio en repuesta.

El rubio bajo las escaleras, sin duda alguna la espera valio todo y mas. Su esposo se miraba hermoso como siempre. El rubio se puso enfrente del azabache viéndolo. Se acercó al rubio para abrazarlo, el cuello de Draco olía a manzanilla, al separarse tocó el vientre del rubio saludando a su bebé.

—Vamonos que llegaremos tarde— el rubio agarro su chaqueta y se dirigió a la chimenea, llendose.

¿Que?

Espera, eso fue muy rápido.

El azabache se quedó hay parado, pensando. Al momento reacciono, tenia que irse a la cena navideña. Se dirigió corriendo a la chimenea, tomo un poco de polvos flu y grito: —¡Casa de los Weasley!—.

Al llegar se limpio un poco, miró a todos charlando y sonriendo, Lucius y Narcissa se habían venido unas horas antes. Miró a su dragón charlando con Luna, todos estaban tan felices.

Vio como Teddy se le acercó y lo abrazo, empezó a hablar con Teddy.

—Sabes papi Harry, mi hermanos serán muy lindos— hablo el pequeño sonriendo, eso saco de lugar a Harry.

—¿Hermanos?— murmullo Harry bajo.

—Si, ¡Hermanos! Mi papi Draco va a tener a mis hermanos ¿Cierto?— el azabache asintió—. Entonces, tendré con quién jugar.

—¡Teddy, ven!— su abuela Molly le había hablado, le sonrió a su papá y salió corriendo buscando a su abuela.

Harry se sentó, mirando a todos con una sonrisa. La cena empezó y todos estaban hablando sobre sus trabajos, sueños, etc. En algún momento solo recordó que de pequeño siempre quiso una cena navideña con toda su familia, amigos, personas importantes, en general.

Vio a su lado, y hay estaba, su esposo, su ex enemigo, quien lo diría. Harry Potter y Draco Malfoy, los mejores enemigos de todo Hogwarts, ahora estaban casados y esperando un bebé. Estaba contento, su navidad era un éxito.

Desde pequeño sus navidades fueron horribles, no podía disfrutar la navidad hasta que ingresó a Hogwarts y pudo quedarse alli en navidad.

Pensó en todo lo que tuvo que sufrir para tener un final feliz, los finales felices costaban demasiado, tenías que sufrir, llorar, lamentar, gritar, etc. Hasta el punto de creer que no llegarías a para estas fechas, como decía su padrino;

"Hierba mala no muere, Harry"

En fin, su padrino.

Me senté en el césped, mirando la noche, eran las dos de la mañana, todos se habían dormido, era gracioso, apesar de los años, todavía sentía que la madriguera era su hogar. Incluso Lucius se durmió, aún recordaba que siempre repetía que jamás conveviria con un Weasley, bueno no convive con uno, si no con todos.

Mirando las estrellas, vio la constelación de Orion, la constelación de su padrino, bueno del nombre de su padrino, sonrió. Recordó a el profesor Lupin, su tío Remus, los extrañaba, igual que sus padres.

-Los extraño, pero se que están en un lugar mejor- unas lágrimas se deslizaron por sus mejillas mientras sonreía, tal vez en otro universo tuvo una infancia y adolescencia normal.

-Desde hace meses no llorabas, Potter- la voz de su esposo se escuchó, rápidamente Harry giró su cabeza hacia un columpio viejo que estaba en un árbol que quedaba a pocos metros de el.

-¡Dragón¡ ¿Que haces afuera? Te podrías enfermar- Harry hablo viéndolo preocupado.

-No te preocupes, me bebí una poción antes de venir- esas palabras calmaron a el azabache.

Harry se paró y se acercó a el columpio, se sentó en el suelo apoyándose en sus rodillas mientras tocaba la pancita de el rubio.

-Hola huroncita o huroncito, ¿te sientes a gusto ahí dentro? Espero que sí, en unos meses te veré, falta mucho pero a esperar. Te amo a ti y a tu papá, los amo- beso la pancita, y miro a su esposo con una sonrisa.

-Harry...

-¿Uh?

-Te amo.

El azabache solo sonrió y se levantó para darle un beso a ese hombre que le traía alegría en las mañanas, tardes, noches, todo el tiempo.

-Yo también te amo dragón, entremos ya esta empezando a ponerse más helado, y tú poción no durará mucho.

El rubio se levantó y miró hacia la luna unos segundos al voltearse sintió unos labios sobre los suyos, un beso robado a la Harry. Un clásico, sonrió y aceptó el beso, al separarse, se miraron y sonrieron.

No sabían si serian buenos padres, no sabían que pasaría, no sabían como sería el bebé. Solo sabían que amaban a ese bebé, y se amaban también los dos.

***

¿Es un avión? ¿Es una bruja? No soy yo.

No soy buena en las rimas, lo sé, empecemos de nuevo.

Hola, ¿cómo han estado?

Como saben me tomé unas pequeñas vacaciones por la falta de creatividad y esas cosas, pero volví.

Este capítulo se mencionó a Sirius, Remus, James y Lily, ¿porque? Porque ellos están muertos y además murió mi abuela y quise como hacerle presente a el amor que se le puede tener a una persona especial para ti, mi abuela era mi lugar seguro. Y la amo.

Así que por eso.

Regrese por qué no te su apoyo hacia esta historia, y me anime a continuarla, estaré actualizando pronto. Atentos ¿ok? Ok.

Los amo <3

Nueve MesesWhere stories live. Discover now