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Los pasos de una albina se podían oír por toda la habitación.

No podía dormir, ya era tarde y el Emperador no la había ido a ver en ningún momento.

Ya no pasaban tiempo juntos y desde que Amira había llegado al palacio ninguna noche fue a verla para pasar tiempo juntos.

"De seguro tiene mucho trabajo" intentó tranquilizarse.

Había visto a la nueva invitada que había llegado, supuso que eso lo tenía más ocupado, así que culpaba a Amira por ello, ya que creía que esta era la principal culpable de que el emperador no le prestara atención.

— Si... Debe tener mucho trabajo...

• • •

Sovieshu volvió a besar los labios de su amada mientras poco a poco iba alzando la falda de la bata.

Amira soltó un jadeo cuando sintió como el mayor abría más sus piernas para que él tuviera mejor acceso entre ellas.

— Si no te sientes preparada puedo parar — le susurró en su oído.

La rubia se estremeció, estaba nerviosa, pero quería continuar, quería que su primera vez fuera con su gran amor.

— Si paramos ahora, me enojaré — confesó la menor mientras enterraba sus manos en el cabello del mayor.

Suspiró contra sus labios cuando él volvió a besarla. Su boca era ardiente, y cuando se tocaban, entre ellos siempre parecían surgir chispas, como cuando dos troncos encendidos chocan entre sí.

Sovieshu intetaba no perder el control completamente… Era difícil, la deseaba tanto…, pero lo que más quería era que ella disfrutara de su primera vez juntos y continuara con ese recuerdo toda su vida, quería hacerla sentir amada en todos los aspectos posibles.

El Emperador despojó a la princesa de sus prendas quedando así solo con la interior, la joven se estremeció al notar como su amado contemplaba su cuerpo.

— Eres muy hermosa — comentó.

Amira con nervios y un gran sonrojo en su rostro empezó a quitarle con torpeza la camisa a su amado, este sonrió y la ayudó a quitarse esa prenda.

Cuando al fin estuvieron piel con piel cada contacto que tenían era como si ardiera, Sovieshu con lentitud acercó su rostro al vientre de ella para empezar a dejar besos húmedos por el lugar, poco a poco fue subiendo hasta los pechos de la joven, retiró el sostén para después empezar a jugar con los pezones de la rubia.

Con lentitud dejó de atender uno de los senos de la chica para después bajar la mano a la parte baja de la joven.

Con lentitud introdujo sus mano en la ropa interior de Amira para después darle leves caricias a su intimidad.

La menor soltó un gemido al sentir como él empezó tocar su parte íntima aumentando su excitación, ahogó un gemido y apretó con fuerzas las sábanas cuando sintió como uno de sus dedos empezó moverse en una parte de su intimidad.

— Oh... Dios — suspiró de placer.

Él alejó su rostro del seno de Amira para después llevarlo a su rostro y darle un profundo beso donde transmitía la pasión que en ese momento sentía.

Un fuerte y sonoro gemido salió de los labios de la rubia cuando sintió como uno de los dedos de Sovieshu era empujado a su interior.

— ... Sovieshu... — logró pronunciar mientras llevaba una de sus manos a la almohada para apretarla con fuerza.

Con cada movimiento que hacía el Emperador los gemidos de la princesa iban a aumentando, y más cuando el segundo dedo entró a su interior.

El calor en la habitación aumentó más, al igual que la excitación de ambos, Sovieshu al ya no soportar más sacó sus dedos con lentitud para no lastimar a su amada para después con rápidez deshacerse de las ropas que aún impedían que todas sus partes se tocaran hasta quedar completamente desnudos.

Lost princess » [Sovieshu]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang