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Una castaña miraba con preocupación a su amada prima.

La rubia tenia un libro en sus manos intentando leer, pero la verdad es que su mente estaba hecha un caos, pues no solo había ocurrido lo del embarazo de Rashta, si no que el día anterior se enteró que su madrina iría a los tribunales por no haber llegado a un acuerdo con la separación de bienes.

"Mayormente se falla a favor del hombre, tengo que buscar alguna solución para ayudar a mi madrina" pensó para después suspirar, le estaba empezando a doler la cabeza.

- Amira, ¿y si salimos a cabalgar? - preguntó la joven Whitemore mientras se acercaba a la mencionada.

La princesa negó, no se sentía de ánimos, solo quería acostarse y dedicarse a viajar al mundo de la lectura, al menos eso la distraería.

- ¿Y si jugamos a las atrapadas? - preguntó, pero recibió otra negativa por parte de la menor.

"Bueno, situaciones desesperadas requieres medidas desesperadas" pensó Francesca para después correr hacia su dama de compañía.

Amira alzó la mirada de su libro para mirar a su prima con confusión, pues parecía estar planeando algo con la señora Anya y la pequeña Ilse, la cual estaba allí porque no quería estar lejos de su maestra.

- ¡Apoyo la idea! - exclamó la pelinegra mientras daba saltos.

Antes de que la princesa pudiera decir algo la niña corrió hasta ella para darle un abrazo rápido.

- Me tengo que ir, pero volveré, tengo una misión que cumplir - dijo con rapidez para después correr a la salida.

- ¡Con cuidado! - pidió Amira alzando a voz para que Ilse pudiera escucharla.

- Yo igual me voy, tengo un pequeño encargo - se despidió la señora Anya mientras hacía una reverencia.

La rubia miró con confusión a su prima cuando estuvieron finalmente a solas, no sabía que se le había ocurrido hacer, y eso le provocaba curiosidad, la castaña solo sonrió divertida mientras hacía como si sellara sus labios.

- No se si debo tener miedo...

• • •

Liliane caminaba en compañía de Laura, ambas estaban hablando sobre el lamentable hecho de que Rashta había despertado el día anterior.

- Si se acerca a Su alteza con planes de hacerla sentir mal pondré a un familiar suyo en su habitación - advirtió la castaña.

- ¿Un familiar? ¿Hablas de los zorros? ¿o de los perros? - preguntó la pelinaranja causando una pequeña risa en su amiga.

- Obvio que no, esos son demasiados hermosos como para ser comparados con esa vieja - dijo Liliane - hablo de las ratas.

Laura sonrió satisfecha al escuchar eso, ni siquiera esperaría a que la mujer se acercara a la princesa o a la emperatriz, pues simplemente quería plantarle un animal de esos a la albina por puro placer.

- Lili - llamó a su amiga, esta se dio la miró esperando que hablara - ¿Cómo está Lady Amira?, no soy ciega, y tampoco sorda, se de los sentimientos que ella tiene - dijo sorprendiendo a la castaña.

Liliane jamás le había contado que su señora tenía sentimientos hacia el emperador, en especial porque conocía las reacciones de Laura, y temía hacer que la amistad de ambas se destruyera.

- ¿Cómo...?

- Te extiendes demasiado, hablas como si cualquier cosa que haga la rata esa y el emperador fuera a destruir a la princesa - interrumpió restándole importancia.

Lost princess » [Sovieshu]Where stories live. Discover now