CUTE//SAMO

alfa

-Y la pelea la gana nuestra gran luchadora, Hirai Momo. -Dijo el presentador levantando el brazo de Momo

Momo apretó la mandíbula y luego sonrió por su victoria. Escuchaba a los fans aplaudir y gritar su nombre.

Hirai Momo, veinticuatro años y una Alfa imponente. Se dedica al boxeo desde temprana edad, sus padres supieron aprovechar su talento cuando este solo tenía ocho años, convirtiéndose en lo que hoy en día es.

Momo hacia temblar a varios Omegas, como también sacaba suspiros de estos. Ningún Omega se podía resistir al fuerte aroma de Momo deseado cuerpo. Al igual que los Betas, no se podían resistir a las facciones de Momo.

Y bueno, algunos Alfas la envidiaban, otros la respetaban y admiraban demasiado, y otros le tenían miedo, cualquier persona le tendría miedo a aquella Alfa llena de tatuajes y músculos por doquier.

Todos dirían que Momo tendría una gran vida llena de lujos y uno que otro revolcón. Después de todo era una Alfa que podía conseguir todo lo que quería.

Cualquiera temblaría ante el semblante serio de la Alfa, un golpe de ésta y te mandaría directo al hospital, incluso algunos decían que podían morir con un solo golpe de esa Alfa.

Momo iba caminando hasta los vestidores, quería llegar rápido a su hogar. Fue, se dió una ducha rápida y luego se puso su ropa totalmente negra.

Sin importarle los fans o los regaños de su manager por estar ignorandolo, Momo llegó al estacionamiento y encendió su motocicleta.

Momo tenía una apariencia ruda, de esas apariencias que cualquiera hace dudar a qué se dedica Hirai Momo.

Se fue, directo a su hogar. Su implante serio seguía decorando su rostro, sus ojos cafés miraban la carretera mientras sus grandes y fuertes manos seguían puestas en los manubrios de la motocicleta.

La vida de Hirai Momo era todo un misterio, si, todos sabían que Momo tenía una relación y no sabían si con un Beta o un Omega.

A Momo no le interesaba presumir a su pareja, no es que fuera celosa o posesiva con ell, sino que tenía miedo de que lo lastimaran, su Omega era alguien tímida y frágil.

Momo entro en el estacionamiento del gran edificio donde vivía. Después de todo su fama y su dinero lo ayudaron a conseguir lo que hoy en día tiene. Claro, Momo no era un presumida con su dinero y riquezas, era muy agradecida por lo que tenía.

Al llegar, abrió la puerta y dejo sus botas negras en la entrada de su hogar, era para no ensuciar el limpio piso.

Camino hasta la sala de aquel gran apartamento que tenía, vio lo más hermoso que cualquier Alfa podría amar.

Su Omega, con su vientre hinchadito y siendo acariciado por este, meciendo se en aquella mesedora que Momo había comprado para la Omega.

Minatozaki Sana, aquella Omega de cabellos rubios como el propio sol, ojos color azules como dos diamantes, el mejor cuerpo que existe y esa sonrisa que derrite a cualquiera.

-Hola momoring. Dijo la Omega al notar la presencia de la Alfa

-Mi amor, mi bebé hermosa.-Dijo Momo corriendo en dirección hacia la Omega

Sana soltó una risita tierna al sentir los fuertes brazos de su Alfa rodearla por completo, aunque claro, evitando chocar contra su vientre hinchado

-Mis dos hermosos bebés.-Dijo la Alfa acariciando con una mano la mejilla de la Omega, y con la otra el vientre hinchado de ésta

-Mi momoring, ¿Cómo te fue en la pelea?-Dijo la Omega con esa característica sonrisa que Momo amaba

-Muy muy muy bien.-Dijo la Alfa dándole besos en la mejilla a la Omega

Sana solamente comenzó a reír por las cosquillas que sentía por los repetidos besitos de la Alfa en su mejilla regordeta y teñida de un hermoso rojo carmesí.

-Espera espera, ¿Eso quería decir que no la viste en la transmisión en vivo?-Dijo Momo separando se de golpe de la Omega y haciendo un puchero

-Mi hermosa melocotoncito, estaba dormida, me levanté hace poco y como ví que ya había terminado solamente apagué el televisor y me senté en la mesedora.-Dijo Sana abrazando a la Alfa

-Ummmmmm, está bien, te creo, pero quiero mis besitos diarios.-Dijo la Alfa haciendo nuevamente un puchero y robándole un beso rápido a la Omega en la mejilla

-Está bien cariño, tendrás tus besitos.-la Omega tomó las mejillas de la Alfa y comenzó a besarlas rápidamente

Momo no aguantaba las ganas de reír, los dulces y regordetes labios de su Omega le daban muchas cosquillas.

-¡No te rías tonta Alfa!-Dijo la Omega hundiendo su cabeza en el pecho de la Alfa, la diferencia de estaturas era demasiado notoria entre ambas

-¡Hey!, Me río porque tus besitos me dan cosquillas.-Dijo la Alfa abrazando a la Omega

Sana solamente se giró y se cruzó de brazos, obviamente fingiendo indignación para que la Alfa rápidamente la abrazara y le dijera que todo iba a estar bien.

Y así fue, Momo la abrazó rápidamente y le comenzó a dar besos en la cabeza, mientras llevaba sus manos tatuadas hacia el vientre de la Omega.

-Mi amor, perdóname, soy una Alfa muy tonta. Dijo la Alfa sonriendo mientras dejaba que el olor de la Omega llegará a sus fosas nasales

-Está bien Alfa, la perdonó porque eres toda un campeona.-Dijo la Omega, no hacía falta adivinar que su Alfa le dijera que había ganado la pelea, siempre sabía cuándo Momo perdía o ganaba

-Te amo mi amor, y a ti pequeño cachorro -la Alfa acariciaba el vientre de la Omega -también te amo aunque no estés acá presente aún.

Cualquiera diría que la Omega de Hirai Momo debe ser demasiado sumisa ante ella, incluso que debería tenerle miedo de que la golpeara.

Pero no era así, Momo se volvía todo un amor cuando estaba con su Omega y su cachorro creciendo en el vientre de la Omega.

Porque Momo amaba a su Omega y al pequeño cachorro aún no nacido. Después de todo eran su familia y a la cual protegería y amaría sobre todas las cosas del mundo.

Próximamente....
Quiero que sepan que el siguiente cap será cuando por lo menos haya escrito la mitad de la historia lazo que yo les avisaré cuando y para que no se enojen cuando eso pase les publicaré 3 cap el mismo día

Díganme si ven errores

Gracias por dejarme hacer la Adaptación
dollyminnie (◍•ᴗ•◍)❤