CUTE//SAMO

Ya casi

Faltaban tan solo tres semanas para que Sana pudiera entrar en labor de parto. Eso mantenía feliz y nerviosa a Momo.

En el fondo, Momo esperaba que todas las cosas marcharán bien, anhelaba poder tener a su Omega y a su cachorro juntos en su hogar.

Incluso recientemente acepto una pelea, necesitaba despejar su mente de todas las cosas que lo estaban atormentando.

Claro que está vez no gano, incluso en dónde podía despejar su mente de todos sus problemas le había fallado. Momo no podía pensar bien o tan siquiera estar atento a las cosas.

-Momoring, debes dormir aunque sea un poco.-Dijo la Omega en tono dulce y sereno

-No puedo pequeña, estoy realmente preocupada por todo lo que puede pasar. Dijo Mimo haciendo un puchero

sana ya sabía a lo que se refería su Alfa, entre ella y Momo había mucha confianza así que Momo simplemente le contó todas sus preocupaciones.

Aunque claro, Momo lloró mientras se las comentaba, era entendible los sentimientos que tenía la Alfa.

Va a ser Madre, tiene miedo de perder a su Omega o a su cachorro. Tiene miedo y está preocupada por eso. Porque si, aquella Alfa también sentía felicidad y dolor.

sana empezó a liberar feromonas para tranquilizar a su Alfa. Momo también puede ser un pequeño cachorro asustadiza y temerosa.

-Cariño, duerme tranquila, todo va a estar bien. -Dijo Sana repartiendo besos en el pecho desnudo de la Alfa

-M-mi amor...-Momo empezó a sentir como su cuerpo se dejaba llevar por las dulces feromonas de la Omega, además del sueño que sentía

-Shhhhh, duerme Melocotoncito, te lo mereces. Yo y nuestro cachorro te amamos.-Dijo Sana dando más besos en el pecho de Momo

Momo simplemente se acostó a dormir, cayó rendido ante el dulce aroma de la Omega.

Los Omegas tienen la capacidad de tranquilizar tanto a Alfas como cachorros, incluso hacer que estos caigan dormidos con sus feromonas.

Y obviamente Sana haría esto. Quería la tranquilidad de su Alfa, sabía que Momo podía estresarse en pensar en demasiadas cosas al mismo tiempo.

La prioridad de Sana es su Alfa y su cachorro. Por eso estaría ahí para cuidar de ambas, aunque en éste momento, solo pueda cuidar de su Alfa mimada.

Al sentir la calidez que desprendía su Alfa, Sana se apego más a éste, su vientre rellenito rozaba con el de Momo.

Su cabeza hundida en el pecho de la Alfa, Sana era feliz, simplemente feliz con el hecho de tener a una Alfa con Hirai Momo.

Momo era todo lo que quería Sana. Sana estaba segura de que con ella quería formar su familia, crecer como pareja y claro, en algún momento contraer matrimonio.

Momo despertó de su larga siesta, por fin había logrado pegar el ojo aunque sea un poco. O bueno, con ayuda de su hermosa Omega.

Eran las once de la mañana, pero Sana aún seguía durmiendo plácidamente sobre el brazo de Momo.

La Alfa miro con amor la escena, su Omega hinchadita de su cachorro, durmiendo como un bebé sobre su tatuado brazo y con una camisa de él puesta.

La mejor vista que tenía la Alfa, y quería ver más, quería ver por fin a su cachorro, quería mimar lo y darle muchos besos y abrazos.

Quería ver la hermosa combinación que sería de su Omega junto con a ella. Estaba emocionada y a la vez asustada.

Momo solamente sonrió y luego acercó más a la Omega a su pecho, no sabía en qué momento se había apartado de éste.

Sana se removió entre los brazos de la Alfa, sintiendo el calor que estos le propinaban, simplemente siguió con sus ojitos cerrados y dispuesto a dormir más tiempo.

Incluso Sana algunas veces se desvelaba en las largas y frías noches de Seúl, ya sea porque no tenía sueño o porque su cachorro estaba más enérgico dentro de ella.

Ya saben que hacer