Solamente seremos nosotras

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Sana nunca se esperaba lo que su Alfa había hecho

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Sana nunca se esperaba lo que su Alfa había hecho. Ese día fue el mejor de su vida y se dió cuenta que Momo siempre estaba más que decidido a pasar el resto de su vida junto a ella.

La Alfa se había arrodillado delante de ella con la cajita con el anillo, estaban en una cita elegante en un restaurante muy fino, la había sacado con la excusa de que hace tiempo no salían como pareja.

Claramente Sana había cedido a las peticiones de su Alfa, dejaron a Tzuyu con la pareja Im-Kim y luego fueron al restaurante.

Durante toda la comida Momo estaba totalmente nerviosa, se le podía ver a simple vista y claro, sus feromonas no es que estuvieran tan bien.

Sana se dió cuenta de que Momo comenzó a sudar como si estuviera ocultando algo... Incluso Sana pensó que Momo le iba a decir que su relación se daría por terminada y que esa sería su última salida.

Sana también comenzó a preocuparse por eso, y Momo tampoco fue ciega y notó que su Omega estaba totalmente nerviosa, incluso temblaba cuando tomaba los cubiertos y llevaba bocados a su boca.

Y por un intento de que su Omega no se echará a llorar en el restaurante, Momo sacó la cajita con el anillo y se arrodilló delante de ella.

Y con lágrimas en sus ojos le dijo a la preciosa Omega:

"Mi amor, eres mi mayor tesoro, y después de algunos años que pasaron en nuestra vida, ¿Me harías el honor de ser tú esposa?"

Y obviamente Sana comenzó a llorar, y claramente se lanzó a besar y a abrazar a su Alfa, ya estaba unida de por vida a Momo de todas las formas posibles.

Tenía su marca, tenía una preciosa cachorra con ella y ahora sería su esposa, oficialmente la señora de Hirai Momo.

Y ese día ambas supieron que durante todo el tiempo que les quedaba de vida estarían juntas, y claro, con su cachorra y con posibles cachorras en el futuro.

Vaya que el amor permaneció en aquella pareja y familia, y bueno, también se incrementó en la mayoría de cosas, Sana y Momo se volvieron demasiado melosos el uno con el otro.

El amor volaba por doquier, la poca gente que los veía podían jurar que veía corazones a los alrededores de la bella pareja con la pequeña cachorra.

Era todo tan perfecto en la vida de ambas que no querían cambiar nada en esta. Sana jamás se iba a arrepentir de haberse acercando a aquella Alfa tan imponente.

Y Momo jamás se iba a arrepentir de haberse dejado conocer completamente de esa preciosa Omega, incluso si en algún momento quiso apartarla ya que pensaba que le daría miedo en algún momento.

Pero nunca fue ese momento, y al contrario de lo que ambas tenían planeado, se terminaron enamorando y teniendo todo lo que hasta el día de hoy tienen como pareja y como familia.

Vaya que ellas eran realmente felices, y bueno, una que otra vez tenían momentos diferentes a la felicidad, pero nada arruinaría su vida.

Había que mencionar la precisa boda que ambas tuvieron, fue totalmente hermosa, fue algo más privado, solamente familiares y amigas íntimos de la pareja.

Y claro, no faltó el escándalo de que la boxeadora Hirai Momo se había casado con una Omega desconocida, pero bueno, Momo sabía quién era su preciosa Omega.
Después de eso, no por nada se iban a perder su luna de miel, hace rato no tenían nada íntimo ya que la mayoría del tiempo se dedicaban a sus trabajos y a su hija.

Los padres de Momo accedieron a cuidar a la cachorra esa noche, y bueno, la pareja pudo sentir lo que hace meses atrás ya no habían sentido.

Volver a sentir las grandes manos de la Alfa sobre su cintura, sus colmillos traspasando su carne como si fuera la primera vez que la marcará, su aroma siendo liberado y cegando a la Omega en placer.

Y Momo sentir la blanca piel de la Omega tornarse de color morado o rojo por los chupones y mordidas que le daba, su suave piel rozar con la suya, sentir nuevamente su humedad y hacerlo como si no fueran a hacerlo durante más tiempo.

Y bueno, fue una linda y caliente noche para ambas, al día siguiente volvieron a su día a día como pareja y familia normal, Momo y Sana fueron al trabajo sin antes dejar a su pequeña en la guardería.

Obviamente cada quien hizo sus deberes para luego volver a su acogedor hogar, y claro, pasando a recoger a su pequeña en la guardería.

Después de almorzar algo delicioso, y la cachorra haber tomado del pecho de su madre Omega, ahora las tres yacían acostadas en la gran cama matrimonial de la pareja.

Miraban atentamente el techo mientras se dedicaban a sentir el aire fresco que entraba por la ventana del departamento, el clima anunciaba que estaba próximo a llover.

-Momo... Dijo la Omega, y rápidamente la Alfa volteó a ver a su Omega

-Dime, tesoro.- Dijo la Alfa volteando a ver a la Omega, quedando cautivado por esos hermosos ojos que tenía su esposa

Mientras que ambas se miraban, la pequeña cachorra jugaba con uno de sus peluches favoritos, vaya que amaba es peluche y estar rodeada del aroma de sus dos progenitoras.

-Te amo, te amo Alfa, eres lo mejor que me ha pasado en todo el mundo.-Dijo Sana mirando con amor a la Alfa

Momo solamente esbozo esa característica sonrisa, le guiño el ojo a su Omega y luego le robó un pico en los labios.

-Mi amor, solamente seremos nosotras dos en el mundo, nadie ni nada podrá arruinar nuestra tan apreciada felicidad.—Dijo la Alfa acariciando una de las mejillas de la  Omega

Luego escucharon a la pequeña cachorra reír, ambos sonrieron y cada una le dió un beso en la mejilla al cachorra, y luego Momo envolvió a sus dos amores con sus fuertes brazos.

Luego les dió un beso a cada una, eran sus dos amores, eran todo lo que Momo amaba y quería para su vida diaria.

Todo sería amor y paz en esa familia, no tenían nada más que pedir para ser felices.

Fin.

Gracias por apoyar la historia :D

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