LEJOS DE TI 13

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Lloró y lloró, Antia llegó a ella y la abrazo.

– Que ha sucedido mi lady?– dijo levantando la del suelo.

– Soy una tonta, siempre soy una idiota.

Gerald se golpeaba el pecho al escuchar las palabras de Silence.

En silencio escucho como Antia se llevaba a su lady lejos de él.

– Vamos a la mansión, le prepararé un té para que se calmé.

– No, no quiero ir a la mansión, llevame al lago.

Pidió sintiendose sin fuerzas.

– Maldito!– gruño con dientes apretados.

– ¿Quién?– Antia la miró y se tiró en sus brazos llorando.

– Gerald, es un maldito, se acercó a mí por orden de Minerva– Antia se mordió el labio inferior, no quería decirle a su lady que ella le había pedido lo mismo hacía unas semanas atrás.

No le causaría otro dolor.

– Cálmese, tal vez todo tiene una explicación.

Silence negó, ya no había vuelta atrás.

– Esto acabo, no quiero  verlo nunca más; me iré a Londres y seré la mujer de una lord viejo.

– No diga tal cosa, usted puede pescar a un joven y gallardo lord.

Silence la miró y entrecerró sus ojos.

– No!, Nadie se acercará a mí.

– Claro que sí – la tomo por los hombros– usted puede alcanzar todo lo que quiera, no olvide la seguridad que ha tenido en estos días, esa. Esa nadie se la ha regalado, usted la tenía guardada en lo profundo de su ser y la saco a flote, nadie le plantó la seguridad, esa la tienen usted aqui– señalo el pecho de Silence.

– Tú creés?– dijo con voz entrecortada.

– Por supuesto, la Silence que ha sido en estos días nadie la ha hecho, esa la saco usted de ese rincón donde estaba guardada– lady Ashford sonrió, y si Antia tenía razón? – demuestre le a todos que usted no es un ratón asustadizo, demuestre que usted también es digna de ser una gran señora.

Bajo su cabeza, todo el tiempo había sido una tonta al creerse inferior a sus hermanas.

– Cuando llegue a Londres demuestre le a su madre y hermanas que ya no es esa niña solitaria y silenciosa que dejaron aquí votada, debe demostrar que usted regresó para arrasar con la mirada de todos los lores que estén en las fiestas y veladas.

Sonrió, sabía que Antia tenía razón, su miedo debía quedar enterrado dónde antes estaba su seguridad.

– Tienes razón, debo convertir lo que me acaba de suceder en mi fortaleza, aprende de lo malo y transformarlo en algo bueno.

– Así es mi lady– la abrazo, camiayron hacía el lago, aún triste por lo que acababa de suceder Silence se quitó sus botas y las colocó a un lado, metería sus pies al lago para refrescarlos.

Sabía que la tristeza y el dolor tardarían unos días en desaparecer, pero debía estar mejor para cuando su padre llegará por ella.

– Le haré creer a Minerva que soy la misma de antes, muda y sin fuerza. Pero cuando padre llegue se dará cuenta que lo que me ha hecho me ha servido para mejorar.

– así debe ser.

Los ojos de Silence brillaron llenos de ilusión.

Sabía que su corazón dolería, pero con el paso de los días estaría mejor.

 ORANGE ROSES..... EL SILENCIO DE TUS LABIOS...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora