ORANGE ROSES..... EL SILENCIO DE TUS LABIOS...

PURA MALDAD 18...

– Solo debemos hacer que padre le prohíba ir a la presentación de pasado mañana.

– No creo que asista, no tiene vestido. Tu misma se lo haz hecho girones.

– Es cierto.

– Solo céntrate en que tú presentación sea un éxito, la muda no podrá competir en tu contra, la pobre no tiene la gracia que se necesita para deslumbrar a los reyes.

Miracle Suspiró.

– Querida hermana, serás todo un exito, así como lo fuimos Gena y yo– sonrió con altivez.

– Tú no debes preocuparte por nada, el duque quedará rendido a tus pies en cuanto te vea– había dicho Gena ya que sabía cuál era el anhelo de su hermana menor, llegar a ser la duquesa, ostentar dicho título.

– Yo puedo decirles que hacer con la bastarda– todas miraron a Minerva quien había entrado al salón y hablado sin permiso.

– Acércate querida Minerva, coméntanos. ¿ Que podemos hacer para librarnos de una vez por todas de la muda?– Inquirió Enora.

– En la propiedad estuvo una administrador, el cual la sedujo y ella le entrego su virtud – en el salón  solo se escucharon suspiros cargados de asombro.

– ¿ Estás segura?– cuestionó Miracle.

– Como que me llamo Minerva.

Sonrió llena de maldad, odiaba a Silence por esos cuatro años perdidos; y había llegado el momento de cobrarlos.

– Si es cierto lo que haz dicho serás recompensa generosamente.

Minerva asintío.

– Retirate, no debe vernos juntas.

– Que piensan de lo que nos ha dicho la institutriz?– Gena miro a sus hermanas las cuales la miraron dudosas de lo que había revelado Minerva.

– No creo que alguien tenga estómago para hacerla suya.

– Dejenme decirles
que la muda no es fea como lo era hacian cuatro años atrás, seamos sinceras; está hermosas. Cualquier hombre podría haberla hecho suya.

Gena y Miracle miraron a Enora como si hubiera perdido la cordura.

– Estás burlándote de nosotras!– negó – no hablas enserio!,
cómo puedes decir que está hermosa?– Enora suspiró profundo.

– No se engañen, saben cómo yo que está preciosa, cualquier lord puede pedirla en casamiento, no me cabe la duda que Minerva diga la verdad, debemos comunicarle a nuestro padre.

– Si nos equivocamos recibiremos un severo castigo, no es cualquier mentira que digamos– Enora negó, sabía que Gena tenía razón– mi marido es muy temperamental, no me perdonaría el decir algo así, podría dañar la reputación de nuestra familia.

– Está bien, hablaremos con padre y el pediremos la mandé a examinar, si la muda perdió su virtud haremos que la recluya en un convento.

– De acuerdo, pero si nos equivocamos las castigadas seremos otras.

Miracle miró a sus hermanas, no quería que su padre le prohibiera asistir a su presentación.

Se levantó de su lugar, aliso su vestido y suspiro antes de tocar la puerta del estudio.

– Si?– temblorosa coloco la mano sobre la manija, giro y abrió lentamente la puerta.

– Vayan ustedes, si es mentira lo que ha dicho Minerva no quiero perder mi presentación– Gena y Enora suspiraron.