ORANGE ROSES..... EL SILENCIO DE TUS LABIOS...

UN SIMPLE HOMBRE ....2

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Estaba decidido, se acercaría a la joven del día anterior, sentía curiosidad por saber más de ella; el silencio de sus labios lo atraía, a parte era una dama hermosa. De eso no cabía duda.

Llegó a las puertas de Orange Roses, se quedo mirando al interior,  quería verla, conocer a la joven, ella le parecía un misterio. ¿ dónde está?, se pregunto.

– Se le ofrece algo? – pregunto un lacayo diferente al que lo había atendido antes.

– Si, lady Ashford? – el lacayo lo miro, si sabía de ella era porque la joven se había vuelto a escapar.

– Mi lord, lady Ashford esta en el interior de la mansión – Gerald asintió – no puedo llamarle porque a Minerva  le molestaría mucho.

– Minerva, quien es esa? – frunció el ceño.

– La institutriz – dijo con miedo, – es mala con mi lady, la pobre no puede salir a ningún lado, si Minerva se entera que un caballero la solicita le dará una paliza – no supo porque razón, pero le enfurecía haber escuchado que a la dulce lady la golpeaba esa mujer.

– Le golpea!?– inquirió molesto.

el lacayo asintió – ella es muy buena, pero Minerva la odia, no la quiere ni un poquito, la joven lady le tiene mucho miedo.

– Lady Ashford tiene una institutriz, acaso cuantos años tiene? – el lacayo se encogió de hombros.

– No lo se, pero creo que Antia me dijo que tenía unos diecisiete años – Greck abrió los ojos como plato.

– Diecisiete! , y no ha sido presentada en sociedad !? – que raro, los padres presentaban a sus hijas a los dieciséis.

– Ojala este años vengan por ella – frunció el ceño ante lo que había dicho el joven moreno.

– ¿ Como, desde cuando esta aquí lady Ashford ?– inquirió curioso, no sabía porque pero esa joven despertaba su curiosidad.

– Tiene como tres o cuatro años – dijo el joven – un verano vino toda la familia, ella estaba en el lago con su doncella, en ese momento su familia se fue dejándola aquí abandonada, cuando lady se enteró, lloró por muchos días, su familia no la quería, siempre la hacían a un lado, sus hermanas eran las peores, la trataban como a una sirvienta, quien estaba más al pendiente ella era lord Ashford, su padre,  y su hermano el señorito Edrick – Gerald lo miraba con interés, no cabía en su cabeza como una madre podía ser tan mala con su propia hija, dejándola abandonada en ese lugar –  días después llegó Minerva, convirtiendo la vida de mi lady en verdadero calvario – desde entonces está aquí, con el paso del tiempo se convirtió en una joven muy hermosa, pero tímida, no habla casi, es muy callada pero tiene una voz preciosa.

Gerald sintió un profundo dolor, como una familia podía mantener abandonada a una de sus hijas.

– Necesito un favor tuyo – dijo impulsiva mente.

– Dígame mi lord – Gerald sonrió de lado.

– Quiero entrar a trabajar aquí – el joven sonrió – ayúdame – le pidió al joven, el cual asintió.

– Perdone mi intromisión, pero quiero saber cual es su interés al entrar a trabajar aquí, y en qué trabajaría ? – encogió los hombros.

– No lo se, podría ser el administrador o un sirviente – El lacayo negó.

– Todos los sirvientes de la propiedad están completos, y nadie está dispuesto a abandonar su puesto de trabajo –  aseguró Miguel, el lacayo.

– No sabes quien podría ayudarme ? – tenía esperanza, de entrar a trabajar a esa propiedad, para poder estar cerca de lady Ashford, así podría conocer a la callada joven.