ORANGE ROSES..... EL SILENCIO DE TUS LABIOS...

UN COMIENZO INESPERADO...1

Para entender está novela recomiendo leas primero una HISTORIA DE AMOR, la encuentras en mi perfil...

Orange Roses... 

Tres años después...

1845

Silencie, miraba a través de su ventana, su mano en su mentón; suspiraba.

– Mí lady – dijo Antia ingresando a la recámara de la joven

Silencie la miró con desgano.
– No tenga esa mirada, ya verá, esta temporada sus padres vendrán por usted – la chica de ojos verdes esbozó una débil y triste sonrisa.

Agitó vigorosamente su cabeza.

– Mi niña, no esté triste, pronto cambiará todo –  Silence suspiró de nuevo.

– Como quisiera salir de está jaula de cristal – su voz fue tan débil, se levantó de su lugar y camino hacía su atril ubicado en el balcón de su recámara.

Antia la miró, una tibia lágrima rodó por la mejilla de la doncella.

Silence como todos los días contempló el rosal bajo a su balcón – Si tan solo mis padres se acordaran que tienen una hija más – desganada se sentó en el borde de la reja de hierro – tráeme un ramo de esas preciosas rosas – rápidamente Antia bajo y corto las rosas más grandes del rosal.

Silence esbozó una triste y melancólica sonrisa.

Apresuro sus pasos hacía su doncella, la mirada verde de la lady brillo al olfatear las rosas de color naranja.

– ¿Quiere dar un paseo?–  Silence negó mientras olfateaba la hermosa rosa.

Antia suspiró, de nuevo había enmudecido, al menos había logrado sacarle más de tres palabras.

– Debe salir, así sea al jardín a tomar un poco de sol, fuera de estas paredes hay mucho que disfrutar – Silence escondió su mirada; Antia tenía razón. Pero le daba miedo, miedo de salir lastimada.

Todo él que la conocía la lastimaba, sus padres, hermanos, todo el que llegaba a tratar con ella se alejaba. Dejándola sola.

Su padre por permitir dejarla allí abandona y su madre por la falta de amor que le demostraba.

Antury Hall...

Gerald completamente aburrido decidió salir a dar un paseo, cabalgó hasta llegar a las tierras colindantes con las suyas, hacía largo tiempo la tragedia había golpeado a su puerta; dejándolo solo.

Su amada esposa  Isabella duquesa de Antury había fallecido dejándolo muy solo, llevándose consigo al pequeño que crecía en su vientre, fueron largos meses de dolor, dónde su única compañía era su hermana menor lady Dacy, pero pronto volvería a quedar solo, la pequeña de cabellos rojizos y ojos turquesa contraería casamiento con su prometido lord Daft duque  de Routers.

Gerald pensaba en conseguir una nueva esposa, el título lo requería. Suspiró no quería casarse con cualquier dama, no, él quería que su corazón eligiera, así como había elegido a Isabella.

El relincho de su semental lo trajo de vuelta a la realidad.

– Oh Dios! –llevó una mano a su cabeza, deprisa se lanzó de su semental, una joven estaba tendida a la mitad del camino – la mate! – grito el pelinegro, rápidamente se acercó a la joven de labios carnosos y rojos, su respiración era apacible los labios entre abiertos, sus largas y naranjadas pestañas reposando en sus pecosas mejillas – señorita! – palmeó la mejilla de la desconocida– señorita!–  la joven de cabellos anaranjados frunció el ceño, lentamente abrió sus preciosos ojos verdes.