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Diez: Tengo derecho a una llamada

-Laurah-

Como había dicho el señor Moore, primero apuntaron todos los datos personales de Arden, como su nombre nombre, la dirección de su casa, el carnet de identidad, etc. Siguieron con una prueba de caligrafía, me hicieron escribir diferentes palabras de todas las formas posibles. También tomaron mis huellas dactilares y me hicieron una fotografía. Luego, volvimos a aquella sala de interrogatorios.

Lo bueno era que tenía derecho a una llamada, y sabía perfectamente a quién llamar.

—Bien—comenzó a hablar el policía del bigote—¿Dónde estabas el día dos de agosto?

Me mordí el interior de la mejilla y parpadee con pesadez.

—Encerrada en mi casa, ¿Dónde sino?

—¿Tienes testigos que lo demuestren? ¿Alguien estuvo en casa contigo ese día?

—¿Qué pasó el dos de agosto?

—No disimules, ¿Tienes testigos o no?

No aparté la mirada en ningún momento, y, por supuesto, fingía sentirme intimidada por ellos.

—Puede que alguien estuviera conmigo.

El policía y el abogado se miraron, el del bigote asintió con la cabeza y anotó algo en una libreta.

—Necesitaremos su nombre, lo llamaremos para testificar.

—Roy André Fisher.

Parece ser que para algo nos servirás, estúpido Roy...

Asintió de nuevo y lo anotó, luego, volvió a escribir algo.

—Señorita Fisher—me llamó el señor Moore—En el mes de agosto, ¿Fue a alguna parte, o se mantuvo en el pueblo?

—Más bien en casa, encerrada. Vosotros lo sabéis, me tenéis controlada—fingí lástima—Sabéis que solo salgo para ir al Winther y volver a casa.

—Es el protocolo, no podemos hacer nada.

Menuda mierda.

Como odiaba a esa niña, Esla. Solo nos había traído problemas.

—Bien, si el testigo testifica, estás librada de los crímenes que hubo en agosto de momento, nada es verídico al cien por ciento, el caso sigue estando abierto. —se rascó el ojo derecho— Pero, no te emociones. ¿Qué hiciste el día dieciocho de septiembre?

—Fui al Winther con mi madre porque tenía consulta con la doctora Oldhart.

Lo anotó de nuevo.

Me ponía de los nervios aquel acto.

—Por la noche se mantuvo en su domicilio, ¿Verdad?

—Por supuesto—mentí.

La tonta de Arden se fue al Winther por la noche solo por una estúpida pelea que tuvo con Roy. No recordaba qué había pasado, cuando ella se enfadaba, yo perdía parte del control y ella me eclipsaba. Y solía eclipsarme mucho los últimos días. Pensaba que realmente se iba a deshacer de mí hasta que me cedió el control de nuevo.

—De nuevo, ¿Tiene testigos? —preguntó el abogado.

No dudé en contestar afirmativamente de nuevo, sin temblar. Aunque fuera mentira. Helena y la doctora Oldhart sabían que Arden había salido de noche. Pero por su bien se mantendrían calladas porque las consecuencias iban a ser peores.

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⏰ Last updated: Jan 10, 2022 ⏰

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Divina Obsesión ©Where stories live. Discover now