Capítulo 5

443 44 2
                                    

—¡No! —dijo Sana, moviendo la cabeza con incredulidad ante la bomba que Wright acababa de lanzar. No podía creerlo, y no estaba dispuesta a creérmelo. Mis amigos no eran unos asesinos. Todos habíamos tenido nuestros problemas con Jisoo, evidentemente, pero ninguno deseaba su muerte. Y en cuanto a Rosé... era dulce, divertida y fiel. Era la mejor amiga que podías encontrar. Nadie la odiaba. Aquello había sido un ataque que no iba dirigido expresamente a
ellos. Tenía que ser así. El asesino no estaba entre nosotros.

—No. Tienen que seguir investigando. El atacante tiene que haber podido entrar de alguna manera —dije, negando con la cabeza—. Lisa, tú conoces esta casa mejor que nadie. — Lisa negó también con la cabeza e inspiró hondo. Tenía los ojos muy
abiertos y la mirada asustada.

—Han comprobado las puertas, Jennie. No hay otra forma de entrar desde fuera.

—¡No puede ser! —insistí, y me volví hacia los policías, que me
lanzaron una mirada hostil—. ¡Las ventanas!

—Están todas cerradas y no hay manera de acceder desde fuera. Nadie podría entrar en la casa sin hacerlo de manera forzada —replicó Wright—, y no hay indicios de que haya sido el caso.

—No —repetí—. Sigan inspeccionando, por favor.

—La policía no tiene ninguna necesidad de seguir inspeccionando, Jennie. Sabemos quién lo hizo —dijo Jungkook, y miró fijamente a Lisa.

—No seas cabrón, Jungkook.—dije.—Jisoo era hermana de Lisa. Y tenía mucho más que perder que
cualquiera de nosotros. No podía haber sido ella.— Jin se puso al lado de Jungkook para apoyarlo.—¿Quién ha sido entonces, Jenn? Vamos. Nos conoces a todos. ¿Ha
sido uno de tus amigos o esa desconocida misteriosa?

Lisa se cruzó de brazos y no dijo nada. Jungkook había lanzado una
acusación muy grave contra ella, y si yo estuviese en su lugar, me defendería y pondría a todo el mundo en su sitio.

—¿La policía expone una teoría y ahora empezáis a acusaros? —Me
eché las manos a la cabeza, exasperada. Creía que conocía mejor a mis amigos. Creía que nuestra amistad era mucho más fuerte que eso—. ¿Podéis, por favor, dejar de acusaros para poder averiguar qué ha pasado con Jisoo y Rosé? Os estáis comportando de manera asquerosa. Tenemos que estar
unidos, no destrozarnos mutuamente.

—Tiene razón —dijo Sana—. Me parece imposible que cualquiera de nosotros haya hecho esto.

Noté los ojos de Lisa clavados en mi sien, pero no lo miré. Me negaba a creer que me hubiese acostado con una asesina. Yo no podía haber intimado con una criminal. No podía ser.
Wright chasqueó la lengua.

—Por muy interesante que sea todo esto, necesito que suban todos a los coches patrulla —dijo, mirándonos de uno en uno. Ante aquella mirada tan intensa, me sentí desnuda. Era evidente que pensaba que el autor del crimen
había sido alguno de nosotros—. Vamos a ir a comisaría, donde les
formularemos algunas preguntas y les tomaremos oficialmente declaración — dijo, haciendo una mueca—, y luego mis colegas registrarán hasta el último
rincón de esta casa... y de sus casas.— Indicó con un gesto la puerta de entrada y salió.

Tomé asiento en una pequeña sala de interrogatorios y me mordí el labio. Una de las agentes me había traído una muda e iba vestida ahora con un pantalón de chándal de color gris y una camiseta blanca. Me habían requisado
la ropa para poder examinarla. A pesar de que yo no había hecho nada malo y estaba cooperando en todo, me sentía como una criminal.Tenía sentados delante de mí al inspector Wright y a una atractiva agente que Wright me había presentado como la inspectora Lancer. Me negué
a que me acompañaran mis padres o cualquier otra persona porque podría parecer que tenía alguna cosa que esconder.
Wright ladeó la cabeza.

La cabaña - adaptación Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora