1.0

1.4K 73 3
                                    


Han pasado cinco semanas desde que Bradley dejó lo que estábamos empezando. Descubrí que estoy jodidamente enamorada de él y que tuvo que dejarme para que me de cuenta. Casi ni hablé con nadie, Connor fue el mismo día a mi habitación y se quedó un rato conmigo, pero lo eché minutos después. Bradley ni siquiera ha intentado hablar conmigo. por el contrario, se acostó con una zorra diferente cada noche, en cada ciudad y cada hotel en donde nos alojamos.
Yo soy lo mas parecido un zombie que existe. Solo he tomado unos cuantos vuelos y en cuando llegaba al hotel me encerraba en la habitación. Summer también intentó hablar conmigo, y Tris, y Jems, hasta Joe y Dean. No podía, simplemente no podía hablar sin llorar, por eso opté por no hacerlo. Hoy era uno de los peores días, según Connor tienen el día libre por eso quiere ver alguna película conmigo o salir a cenar, pero me negué. Cuando veníamos en el coche pude ver una discoteca a unas calles de aquí y en eso va a consistir mi noche.
Me puse un vestido corto, negro, con toda la espalda de encaje que dejaba ver mi cuerpo, unas medias transparentes ya que eran fines de diciembre y hacía mucho frío aquí, y unos tacones. Me maquille un poco, tomé mi abrigo, el móvil, dinero y salí de la habitación. Baje por las escaleras para no cruzarme a nadie y caminé hasta la puerta.
¿Y quién entraba con una de sus tantas zorras? Bradley Simpson.
Hice como si no lo hubiese visto y el gritó mi nombre, lo ignoré. Otra vez, volví a ignorarlo. Está vez sentí una mano tomar mi brazo y me giró quedando a centímetros de mis labios.

- ¿Dónde vas? -preguntó serio. Lo ignoré y moví mi brazo para que me suelte pero fue inútil.

- Suéltame.

- ¿Dónde vas? -volvió a preguntar. 

- No te importa. Déjame, ve con tu zorra de turno.

- Oye tú, vete.- le gritó a la zorra; ella asintió y se fue.- ¿Dónde vas?

- Déjame, ya lo has hecho antes, hazlo ahora. Vete y no vuelvas. -dije fríamente y me soltó.

Salí del hotel y caminé hasta la discoteca, que estaba a solo dos calles de aquí. Cuando entré fui a la barra y pedí algo fuerte, lo pagué y miré hacía todos lados. Como pensaba, había gente con porros por todos lados asi que fui a hablar con un chico guapo que vendía y le compré varios porros y pastillas. No sé cuantas horas, ni cuantas pastillas, ni cuanto alcohol ingerí, solo sé que no tuvieron el mismo efecto y lo último que vi fue la cara de un chico y luego oscuridad.

Lovestruck || Bradley Simpson.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant