"III"

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(Antes de iniciar el capítulo, quiero dar un anuncio, que esta historia puede tener insultos a la comunidad lgtb+ y a la raza negra, así que si eres sensible a este tipo de cosas, te recomiendo pasar esas escenas. También quería decir que Louis es más alto que Harry en esta historia, ya ahora si; gracias :3)

Toda la noche estuvo fría y sola, se escuchaban las hojas caer de los árboles y chocar contra ventanas, corría un viento muy fuerte y para la mala suerte de Harry al lado de él había una ventana abierta.

Quería pararse para cerrarla, pero tenía miedo de despertar a los otros y también le daba flojera hacerlo, entonces sólo trató de dormir con la miserable manta que le dieron. 

Al despertar escuchó a unos pajaritos cantar afuera, se les veía felices. Harry abrió sus ojos esperando que todo haya sido una pesadilla, pero no se llevo una gran sorpresa al darse cuenta que era todo real.

Todos ya estaban levantados y listos para comenzar sus deberes, menos Harry, no sabía que tenía que hacer. -Buenos días Harry.- Saludó Jully viendo a Harry bajar de la litera.

-Hola Jully, buenos días.- Harry volteó a ver a los demás. -¿Qué está pasando?- Preguntó el rizado al ver como todos hacían una fila hacía la puerta.

-Es una fila Harry, una de mujeres y otra de hombres, es para ir a las duchas.- Respondió Jully y Harry tuvo miedo, todos lo iban a ver desnudo.

Mientras Harry estaba perdido en todos esos pensamientos incómodos entró un hombre, no era Richard, era otro blanco. -Ya pueden entrar miserables.- Dijo y todos hicieron caso, la fila de mujeres entraron a una habitación y los hombres entraron a otra.

Cuando Harry entró a esa oscura habitación pudo sentir como todos se quitaban la ropa, todos estaban desnudos y yendo hacía las duchas corriendo, como si esto fuera una carrera de quien tiene agua caliente primero.

Harry fue el último en quitarse la ropa, después de todo seguía siendo un niño, uno muy inocente.

Todos salieron de las duchas y Harry aprovecho que se encontraba solo para desnudarse y bañarse con la poca agua que quedaba, cuando salió vio como un hombre se acercó a él.

-Ponte esto y apúrate basurita.- Le dijo el hombre blanco y se fue dejando a Harry con frío y solo, pero claro, que esperaba Harry, un hotel cinco estrellas?

Cuando Harry salió se encontró con Jully y fue corriendo hacía ella ya que era en la única que confiaba. -¿Ahora qué haremos?

-Mira Harry, dime en que eres bueno?

Harry no sabía que responder, pero recordó lo que hacía en casa. -¿Talar árboles?

Jully lo miró y pensó que no sería buena idea, ya que si iba con los salvajes que talaban lo podían matar. -No Harry, eso no, no hay otra cosa?

-Sé cocinar.

Dijo Harry y Jully abrió sus ojos emocionada. -Ay que bueno, yo también, entonces vamos a la cocina, qué te parece?

-Perfecto.- Respondió Harry con una sonrisa en su rostro.


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Cuando ya estaban en la cocina, en vez de que Jully le diga unos consejos de cocina a Harry, el ojiverde terminó enseñándoles la verdadera cocina a todos los chicos que se encargaban de ella.

-Y así es la manera correcta de cortar una cebolla.- Dijo Harry y todos quedaron asombrados en como sólo 10 minutos Harry pudo hacer un platillo espectacular, o sea ni tenía nombre, sólo lo hizo y salió delicioso.

1864Donde viven las historias. Descúbrelo ahora