1864

"IV"

Unos días después de que Harry haya llegado a ese escalofriante lugar, Jully le había regalado algo, que hasta el día de hoy Harry lo conserva con cariño, era una libretita, un poco vieja, pero útil.

Harry antes de dormir se iba a escondidas al cuarto de estudio para coger un lápiz y empezar a escribir su día, era algo así como un diario.

El ojiverde se sentía libre cuando escribía, era algo que lo distraía y lo hacía olvidar todo; también en las esquinas de las hojas hacía unos pequeños dibujitos, como garabatos o cosas del día.

"Eso es todo librito, este día no fue tan malo como otros, espero que mañana sea igual; y nunca me voy a olvidar que hay que tratar a las personas con amabilidad"

Al terminar de escribir Harry sintió un frío recorrer por toda su columna vertebral, se sentía observado y entonces se puso de pie lo más rápido que pudo y dejó el lápiz en su lugar, se fue corriendo y cerró la puerta del lugar.

Ya todo estaba oscuro, no podía ver muy bien y con sus pies torpes bajo las escaleras, pero cuando estaba a punto de ir hacía la cocina escuchó voces en el comedor.

Una vez más, el dicho gana; "La curiosidad mató al gato"

Harry sintió la necesidad de ir a ver lo que pasaba y cuando asomó su cabeza vio a alguien conocido, era Louis con su padre.

-Perdón padre, no volverá a pasar.- Se disculpó Louis.

-Eso espero, no quiero encontrarte coqueteando con la servidumbre, sabes lo que pensarán de nosotros?

Si, Harry había escuchando bien ¿Coqueteando con la servidumbre? 

A Harry no le importaba... supuestamente, pero sintió un cosquilleo desagradable en su pecho y por alguna razón se enojó con Louis.

-Pero papá, debes entender que la chica tenía lo suyo.- Dijo Louis mientras se mordía el labio.

Agh, era una chica, Harry no le gustaba lo que escuchaba, pero la curiosidad lo hacía quedarse ahí.

-No quiero escuchar más, puedes meterte con las que quieras, eres un Tomlinson, todas están a tus pies, hasta las más feas, pero tu sólo debes pensar en ti y debes saber que eres mejor que todos... 

¿Pero que tiene en la cabeza?

-Obviamente eres mejor, pero después de mi. Recuerda hijo, un Tomlinson no está con una cualquiera.

Esas supuestas palabras de aprendizaje se le quedaron a Louis en la cabeza.

Harry seguía escuchando todo y como Louis aprendía lo malo de su padre.

-Ya me voy hijo, recuerda muy bien lo que te dije.- Mark miró a su hijo fijamente antes de irse.

Harry abrió sus ojos como platos y sin saber que hacer se escondió atrás del perchero más cercano, si el señor Mark lo veía, pensaría que está robando o algo así.

Gracias a Dios no fue visto por nadie, entonces decidió salir de su escondite e ir hacía la cocina, Harry caminó lentamente hacía el comedor.

Pero se olvido de algo, el comedor no estaba vacío y cuando entró sintió de nuevo ese aroma, ese delicioso aroma a limón que hizo que su cuerpo empiece a temblar; Harry se puso demasiado nervioso al ver a Louis al frente de él.

Pero sintió un gran alivio al ver como Louis le estaba dando la espalda y murmuraba solo.

Harry no se movía, debería volver a esconderse, pero sentía que sus pies habían sido pegados al suelo y cuando tuvo la fuerza para irse fue demasiado tarde, Louis había volteado.