Cap. III:La plaza y el estanque

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Pasada la noche, el grupo de aventureros se encaminaron al pueblo, a comprar unos pases para ir en barco hasta la isla en la que se encontraban "Las minas de la Tristeza Infinita".

-Deku, cara pan, el rubito y gafas que vayan a comprar provisiones; el pelos de mierda, el caramelo y yo iremos a por los pases del barco.

-¿Y Tokoyami y yo?-dijo la pelirosa-.

-Haced lo que queráis. Pero en una hora os quiero aquí mismo, ¿de acuerdo?

Cada uno se fue a hacer su misión, y mientras Tokoyami se iba a dar una vuelta, Mina se quedó en la plaza, al lado de un pozo. De repente, un chico con el pelo azabache se acercó al pozo y puso un cubo en la polea. Llenó el cubo con el agua del pozo, y al tratar de subirlo, no pudo.

-¿Te ayudo?-dijo sujetando parte de la cuerda y tirando de ella junto al azabache-.

-Gracias. Tienes mucha fuerza en los brazos-dijo cogiendo el cubo de agua y dejándolo en el suelo. Extendió su mano hacia la chica-. Soy Hanta Sero

-Mina Ashido-dijo estrechando su mano contra la de Sero-.

-Nunca había visto a nadie con la piel rosa. Es bonita-la chica se sonrojó-. ¿Qué hace una chica tan bonita en estos lares tan aburridos?

-Estoy de viaje con mis amigos-dijo sonriendo ante el cumplido-. ¿Y tú?

-Hablar contigo-dijo soltando una risa leve-. Bueno, ha sido un placer hablar contigo. Espero nos volvamos a encontrar próximamente-dijo cogiendo el cubo de agua-.

-Eso espero-dijo agitando la mano para despedirse-.

Sero hizo lo mismo mientras caminaba hacia el puerto.

Mina soltó un suspiro soñador.

~Mientras, con Tokoyami~

Tokoyami caminaba por un pequeño bosque, sin rumbo alguno.

Escuchó un sollozo proveniente del centro del bosque, y fue a ver qué ocurría.

Vio a una chica de pelo verde, dentro de un estanque. Ella lloraba.

-¿Te encuentras bien?-la chica se dio la vuelta-. ¿Por qué lloras?

(Foto en la multimedia)

-Lloro porque mi familia ha caído en desgracia.

-¿Cómo?-dijo ayudándola a salir del estanque y poniendo su capa alrededor de los hombros de ella-.

-Han enfermado, y tengo que cuidarlos.

-¿Qué tienen?

-No lo sé. Según un libro que he leído, su enfermedad es tan rara que sólo se puede curar con un cristal de "Las minas de la Tristeza Infinita". Pero no puedo dejarlos solos.

-Yo voy a ese lugar, ¿quieres que te traiga ese cristal?

-¿De verdad harías eso? No me conoces de nada

-Pero quiero ser amable-dijo sonriendo-.

La chica sonrió.

-Soy Tsuyu Asui. Ya sabes dónde encontrarme-dijo devolviéndole la capa a Tokoyami-.

-Fumikage Tokoyami. Nos vemos en unas cuantas lunas-dijo alejándose del estanque-.

Tokoyami volvió a la plaza, donde sus amigos lo esperaban.

-Bien, el principito ha conseguido que nos lleven en un barco hasta la isla. Sale en 15 minutos. Venga, vámonos al puerto.

El grupo se encaminó hacia el puerto, donde subieron al barco que los conduciría a su destino.

Nadie se dió cuenta, pero un pequeño polizón se coló en el barco y se escondió en la bodega.

El barco desplegó sus velas y comenzó a zarpar.

Llevaban ya un rato navegando, algunos como Uraraka se habían mareado y estaban todos sentados en el suelo del barco, hasta que el vigía avistó algo.

-¡Piratas!-el barco entró en pánico, pero siguieron con su labor y cambiaron el rumbo para que los piratas pasaran de largo-.

No fue el caso. Pronto, los piratas se situaron a su lado y atacaron al barco.

Pocos segundos después, nuestros protagonistas perdieron el conocimiento.

-¡Bien! ¡Piratas!-gritó el niño-.

-¡Esto se ha puesto muy interesante!-dijo Eri con una sonrisa de oreja a oreja-.

-Os leeré otro capítulo, pero porque este ha sido muy corto-dijo el mayor pasando la página-.

Continuará...

El domador de dragones y el príncipe demonioWhere stories live. Discover now