Cap. XV:Sentimientos y procedencias aclarados

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Cayeron por el portal, pero cayeron sobre un lecho de plumas de cisne, en el exterior.

-Una caída suave-musitó Ochako mientras se arreglaba la ropa-.

-¿Dónde hemos caído?-dijo Shoto-.

-En la entrada de la cueva-dijo Mei quitándose las plumas del pelo-. Ha pasado bastante tiempo desde que entramos-dijo señalando la luna en lo alto del cielo-.

-¡Iré a recoger leña!-dijo Iida, saliendo corriendo con su quirk-.

Todoroki se alejó del grupo, con el pretexto de que iría a por hojas secas. Bakugo lo siguió a escondidas.

El príncipe se sentó sobre una roca, y apoyó su cabeza sobre sus rodillas.

-¿No que ibas a por hojas secas?-dijo el cenizo apoyándose en el tronco de un árbol-.

-¿Por qué me has seguido?-dijo sin darse la vuelta siquiera-.

-No lo sé-dijo sentándose en una roca al lado suyo-.

&¿Por qué me diste esa fruta?

-Ya lo sabes perfectamente-suspiró-.

-Dilo de nuevo-miró al cenizo-.

-Me puse celoso porque las chicas del suelo te estaban dejando sin ropa, y me dió rabia. Yo quería ser el único que hiciera eso-Shoto miró a otro lado, avergonzado-. Y te di esa fruta de la tribu para que te fijaras en mí.

-¿Y qué pasa si le das esa fruta a alguien, pero ese alguien ya sentía algo hacia ti?

-Tendrá fuertes impulsos de hacerle...-se dió cuenta de por qué Shoto había dicho eso-. ¿Tú...?

Todoroki asintió.

-Tú también me gustas, y mucho, Kats-sonrió-.

El bicolor miró al suelo.

-Pensé que a ti te gustaba Kirishima, pero veo que...-el cenizo lo cayó, poniendo sus labios sobre los de Shoto-.

El bicolor se sorprendió, pero correspondió a ese primer beso de ambos. El beso pasó de ser dulce a ser un beso cargado de pasión y sentimientos.

Shoto puso sus manos en las mejillas del cenizo, y éste pasó sus manos por la cintura del bicolor.

Ambos se separaron por la falta de aire.

-No quiero que esto acabe nunca-dijo cerca de los labios del cenizo-.

-Yo tampoco-susurró el cenizo cerca del cuello del contrario-.

Oyeron una voz llamándolos.

-¡Kacchan! ¡Todoroki kun! ¡Ya está la cena!

-Deku siempre arruinándolo todo-refunfuñó-.

-Venga, vamos-dijo sonriendo mientras tomaba la mano de Katsuki-.

El grupo estaba sentado en círculo alrededor de la hoguera, y vieron llegar a la nueva parejita.

-¿Qué os ha pasado que estáis tan contentos?-dijo Sero notando un rastro de saliva cayendo de los labios del bicolor-,

-Nada de tu incumbencia, cintitas-dijo tirando de Shoto para que se sentase a su lado-.

Acabada la cena, se fueron a dormir todos, quedando Denki haciendo el primer turno.

Shoto y Katsuki durmieron juntos, abrazados, siendo Katsuki el que abrazaba a Shoto por la cintura.

Denki los miró, sonriendo. Miró hacia otro lado, Izuku y Ochako también dormían abrazados el uno al otro. Kiri le ponía el pie en la cara a Sero y Mina la mano.

Kendo y Monoma dormían de cara al otro, Iida dormía sentado y Mei apoyada en su hombro.

Tsuyu y Tokoyami dormían, espalda con espalda.

Jiro dormía apoyada en el tronco de un árbol, y Momo dormía en el regazo de ésta.

Denki sonrió de nuevo. Una luz llamó su atención. Esa luz lo rodeó, para después irse a otra parte, dejando una estela.

Denki miró a su grupo, pero la curiosidad era más fuerte, así que corrió detrás de esa luz.

Corriendo, llegó a un claro del bosque en el que no había estado. Tenía un estanque de aguas luminosas, en el que se reflejaba la luna menguante. Al día siguiente habría luna nueva.

La luz se posó en la superficie del estanque, y Denki se acercó a ésta. Acercó su mano a la luz, que tiró de él.

Denki cayó al estanque, que resultaba ser más profundo de lo que parecía. Su ropa pesaba por el agua, y no podía nadar. Comenzó a quedarse sin aire, así que cerró sus ojos. Iba a ahogarse, hasta que oyó una voz que le dijo:

-Eres un ser superior al resto de criaturas y mortales. Tienes que hacer un esfuerzo, demostrar que eres merecedor de la sangre que corren por tus venas.

Denki abrió los ojos, sus pupilas se encogieron a lo serpiente y salió nadando a la superficie.

Tomó grandes bocanadas de aire. La luz brillaba en el fondo del estanque. Denki tomó mucho aire antes de volver a sumergirse. Nadó hasta el fondo, donde resultaba haber una especie de ruinas de una antigua edificación. Había Cariátides, y columnas con espirales en la zona de arriba. Denki reconció la cultura de procedencia de las ruinas.

Nadó hacia lo que parecía ser la entrada, y al hacerlo, las ruinas se agruparon para que no entrara agua, y el agua de dentro de las ruinas se fue por una especie de desagüe.

Denki apoyó los pies en el suelo, y respiró bastante seguido ahora que no había agua.

Se dirigió al centro de la edificación, y vió una estatua de una mujer con un velo en la cabeza, delante de una pila para el fuego. Tenía la mirada perdida, y sus brazos en cruz.

Denki se acercó más y leyó un letrero delante de la estatua que decía.

"Una pregunta por una respuesta"

-Un oráculo...-murmuró-.

La sala se iluminó con la fosforescencia de los alrededores.

-Una pregunta por una respuesta...-recitó. Meditó su posible pregunta y se dirigió al oráculo-. ¿Quién soy yo realmente?

La sala tembló, y Denki se tapó los ojos, cegado por una luz brillante.

La estatua del oráculo se enderezó, el fuego de su pila se encendió y el humo inundó la sala.

-Kaminari Denki-dijo el oráculo con voz grave y profunda-. Tú eres...-la respuesta paralizó a Denki-.

-¿Qué es el pirata rubio? ¿De dónde procede?-dijo Eri-.

-No lo dice, el capítulo se corta aquí.

-¡Pues lee el siguiente!-dijo bebiendo un vaso de leche que Aizawa le había preparado hacía unas dos horas, cuando se había ido a dormir-. Estoy ansiosa

Kota pasó la página.

Continuará...

El domador de dragones y el príncipe demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora