Cap. XIII:Arenas movedizas, cuerda floja y laberinto viviente

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-¿Qué es esto?-dijo Monoma,  mirando a su alrededor-.

Todo estaba lleno de dunas de arena y barro.

-Es la siguiente prueba:arenas movedizas. Una voz revelará nuestros secretos más oscuros, profundos opu ocultos, y si decimos que no son así, las arenas comenzarán a atraparnos. A mí no me pasó nada, pues fui sola, y no había nadie escuchándome. Esta vez será distinto-Jiro murmuró la última frase-.

-Allá vamos-Kendo dijo siendo la primera en avanzar-.

Caminó por las dunas, y todos oyeron una voz aguda y femenina que decía:

-A la princesa Kendo no le gustan sus pechos, quiere tenerlos más grandes-todos la miraron-.

Kendo se sonrojó, y se mordió el dedo para no contestar a eso.

-Que alguien más venga-dijo entre murmuros-.

Ochako se armó de valor, y se posicionó al lado de Kendo.

-A Ochako le gusta Izuku Midoriya-el mencionado se cayó hacia atrás por la impresión-.

-Uraraka san...-murmuró el pecoso-.

-¡Es cierto! ¡Me gustas desde que te vi por primera vez! ¡Y eres muy guapo! ¿Vale?-unas lianas la atraparon de la cintura y la arrastraron hacia la otra orilla, cerca de la salida-.

-¿Y eso?-señaló Iida-.

-Se me olvidó comentar que si dices la verdad, e incluso añades más datos, te salvas. Pero es muy difícil hacer esto, ya que te avergüenzan los secretos revelados-dijo cruzándose de brazos-.

Iida dió un paso al frente y caminó libremente. Ninguna voz habló.

-Yo no tengo secretos, todos se los he contado a Todoroki sama o a Monoma kun

Llegó junto a Ochako sano y salvo. Kendo llegó poco después.

Uno por uno, fueron pasando, y algunos se taparon los oídos para no escuchar qué datos eran revelados.

En cuanto Izuku pasó al otro lado, éste se fue donde Ochako y le dio un beso corto en los labios.

-Yo también te amo, Uraraka san-tartamudeó-.

El último en cruzar fue Bakugo, quien comenzó a caminar poco después de Shoto. Ya cerca de la salida, oyeron la voz.

-A Katsuki Bakugo de la tribu Chisso le gusta el príncipe Shoto Todoroki. No sólo es gustar, está enamorado de él y le parece muy guapo. Sintió celos cuando las chicas de la tribu se acercaron a él, y le dió una fruta especial para que se fijara en él-el principe miró a Bakugo-.

-¿Eso es cierto?-dijo asombrado el príncipe-.

-¡No! ¡Es mentira!

El cenizo habló por nervios al oír que su secreto fue desvelado. La arena comenzó a ceder bajo sus pies.

-¡Blasty! ¡Te estás hundiendo!-alertó Kiri a su compañero-.

Shoto se dió la vuelta y vió que el cenizo se hundía. Ya iba por la zona de la cintura. El príncipe le ofreció su mano y Katsuki se agarró.

-¿Entonces es cierto?-dijo tirando de él, mas no pudo sacarlo ni un milímetro-. ¡Te estás hundiendo!

-¡Bakugo! ¡Sólo diciendo la verdad dejarás de hundirte y entonces Todoroki podrá ayudarte a salir! ¡Hazme caso!-gritó angustiada la pelimorada-.

El domador de dragones y el príncipe demonioWhere stories live. Discover now