Un pequeño demonio en un retorcido mundo (TW/Kurosjitsuji)

Extra #1: El mayordomo, avanzado

En el primer día de trabajo de Sebastián, el director de la escuela le mostro los alrededores para que conociera un poco el sitio, aunque el mayordomo ya sabia cada rincón del lugar, el director comentó unas cosas adicionales hasta que comentó algo fundamental.

—A propósito, ¿usted cuenta con un celular? Para poder agregarlo al grupo de maestros del instituto.—

—¿Un...celular? ¿Qué cosa es un "celular"?—

—Woah ¿es enserio? ¿No sabe sobre el objeto esencial de este mundo?... Bueno si me lo pongo a pensar, en el Valle de las Espinas no hay tecnología y tampoco saben de ello. "Me pregunto si este hombre no proveniente de allí".  Hmp...hmp..., en circunstancias como estas debo ayudarlo tanto con usted como para el joven Phantomhive, ya que soy...una amable persona.—

—Hehehe, no lo dudo señor director.—

Crowley saco su reloj de bolsillo para checar la hora. —Aun tenemos tiempo antes de las clases empiecen, vamos a pasar a La Tienda Misteriosa del Sr. S, allí tienen un gran inventario, aunque desconozco de donde los obtiene.—

El director y Sebastián se dirigieron a la tienda del mercarder de la escuela, un tipo interactivo y alegre pero tampoco se dejaba de lado el misterio que carga con los objetos con consigue para su tienda. Al llegar, el mayordomo miro el curioso cartel que estaba en la entrada de la tienda; ya que tenia una calavera con un sombrero, le sonaba algo familiar aunque no sabia mucho sobre de dioses o demonios de otros sitios, entraron a la tienda, Sebastián estaba impresionado por los tantos objetos que había en el cuarto, el aura que emana de las marcaras, los cráneos o ciertas materiales, las conocía perfectamente.

Estos objetos no solamente son decoraciones, noto que algunos son de protección pero otros se usan para algún tipo de ritual menor, quien tenga estas cosas en su poder debe ser alguien quien no teme de los demonios.

—¡Hey! Director Crowley, díganme ¿Qué lo trae por aquí...?— Repentinamente se quedo callado, su mirada se fijo en la persona que tenia a su lado.

—Amm... Señor Sam ¿ocurre algo?—

El mercader se puso nervioso, dio unos pasos atrás hasta llegar a topar con un mueble hasta que empezó alterarse.

—¡No! ¡Por favor, no me lleve! ¡Mi bisabuelo ya pago su deuda! ¡Yo no tengo nada que ver!—

Sam se oculto en un closet bien asustado, eso dejo impactado ambos maestros, se cuestionaban de lo que ha dicho.

—¿Sera que no soy bienvenido aquí?— Se pregunto el mayordomo.

—No... no creo que se trate de eso, permítame, hablare con  el.—

Crowley se acerco al closet, lo abrió un poco para hablar en privado con el, pasaron unos minutos hasta que Sam salió pero con algo de temor, fue a la parte trasera de la tienda para buscar algo, luego regresa con unos celulares.

—Aquí tienen, unos celulares para el maestro Sebastián y el otro estudiante...—

—Muchas gracias Sam, te pagare más tarde, nos retiramos.—

—Buenas tardes, Sr. S— Se despido el mayordomo.

Los tutores regresaron a la escuela para continuar con su labor pero Sebastián estaba pensativo por lo que ocurrió.

Ese tipo, ¿sabrá que soy demonio?, tomando en cuenta los objetos que hay en la tienda y los accesorios que cuenta en su haber, debe saber sobre los demonios y se habrá sorprendido al verme, aunque desconozco como pudo notarlo, además, ¿Qué clase de deuda habrá cobrado el bisabuelo del joven?, pero bueno, no siempre es bueno endeudarse con un demonio, hehe.