MinJeong se encontraba cocinando cuando escuchó el sonido del timbre.
rápidamente apagó el fuego y corrió a abrir la puerta de entrada y chilló emocionada cuando visualizó a su hermana con su familia, ellas son muy unidas y siempre se ven seguido, ella ama la pequeña familia de su hermana, sólo consta de ella, su esposo y sus dos hijos, pequeña pero cálida, aman convivir.
“¡los extrañé tanto!, pasen, apenas termino la cena.” la pequeña familia pasó, los adolescentes estaban incómodos, pero los adultos no lo notaron.
“¿y tu marido?” preguntó JiMin, la hermana de MinJeong.
“oh, él estaba arreglando algo del ático, en seguida baja.” su atención se desvió rápidamente al adolescente más pequeño, que se encontraba escondido detrás de su mamá. “¡Yang JungWon!” el niño dio un brinco pero salió de su escondite, MinJeong fue contra él. “¡qué grande estás!, aún recuerdo cuando eras un bebé.” lo tomó de las mejillas, justamente lo que odia que le hagan, pero no se quejó porque a fin de cuentas es su tía y le tiene cariño.
“no fue mucho tiempo, tía. creo que fueron dos semanas.” MinJeong negó.
“todos los días nos veíamos, ¿cómo que dos semanas no son mucho?, son una eternidad.” la mujer iba a seguir incomodando al pobre adolescente si no fuera porque su esposo llegó olfateando el aire.
“huele a quemado.”
MinJeong salió de prisa a revisar la cocina y JungWon volteó a ver al pelinegro. “gracias, tío.” JaeYoon asintió.
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JungWon soltó un gemido agudo cuando JaeYoon fingió embestirlo, la cena aún no comenzaba y ellos se escabulleron para tener su momento a solas, habían sido dos semanas de abstinencia, no podrían sobrevivir un día más.
JaeYoon continuó frotándose contra JungWon, haciendo que este se lamentara, soltara gemidos bajos y mordiera sus labios, JaeYoon ama tener al pequeño así, dispuesto a todo por él. Ambos saben que es un juego peligroso, que pueden perder mucho más de lo que tienen, pero les encanta.
JaeYoon besó los labios de su amante, fue tranquilo al principio, se tomó el tiempo de saborearlos lentamente hasta que no aguantó y metió su lengua, JungWon gimió necesitado y comenzó a luchar contra JaeYoon, ambos estaban escondidos en el ático de la gran casa del matrimonio Shim, no podrían ser encontrados o escuchados, puesto que el ático está muy lejos de la sala de estar, donde estaba la familia.
“Jakey, te necesito, por favor.” JaeYoon gruñó pero se apartó y desabrochó su pantalón, JungWon quitó sus prendas él mismo, quedando completamente desnudo, él sabe lo mucho que prende a JaeYoon cuando lo hacen a medio vestir y él está desnudo, JaeYoon tiene mucho morbo que él sabe alimentar.
El pelinegro tomó las caderas de JungWon y le dio la vuelta, estrellándolo bruscamente contra la pared de madera, JungWon gimió, bajo y suave, como ama esos sonidos.
“te encanta que te trate como la puta que eres, ¿verdad amor?” JungWon asintió. “no creas que no me enteré de la cita con ese tal HeeSeung, ciertamente me enfurece que hayas querido salir con otro que ni siquiera es hombre ¿Cuántos años tiene?, ¿diecinueve?, él no sabe nada, cariño. Él no sabría qué hacer si te tuviera, al contrario de mí, que te enseñé todo lo que sabes.” susurró todo eso en su oído mientras le jalaba el pelo y JungWon estaba al borde, unas pocas palabras más y se corría. “sabes que siempre fuiste mío, no intentes conseguir a alguien más, no podrás, estás destinado a mí."
JungWon tembló cuando sintió el glande contra él, supuso que JaeYoon de nuevo iba a entrar sin prepararlo, así que acomodó su brazo para moderlo por el dolor, JaeYoon rió.
“eres una puta, ya sabes cuál será tu castigo.” se abrió paso lento, entró muy tranquilo pero aún así dañó a JungWon, logró hacerlo jadear de dolor y sus ojos se humedecieron.
JungWon contó hasta diez y soltó el aire, JaeYoon apenas iba a la mitad y aunque le doliera tenía que tomar todo, si no quería un castigo peor. Cuando por fin entró completamente JaeYoon comenzó a moverse, dejó salir un grave gruñido.
“dios, tu culo es maravilloso. siempre me engulles tan bien, mi pene pertenece aquí.” mordió la nuca de JungWon y él tembloroso gritó, JungWon ya no podía, su erección dolía y estaba seguro de que se correría en cuanto JaeYoon toque su punto.
JaeYoon comenzó los movimientos rápidos y bruscos, empezó a follar a JungWon de verdad, lo tomó de las caderas para levantar su trasero y moverse más fácil, no le importó la velocidad y la fuerza de sus embestidas, él sabe que JungWon va a quedar lastimado, pero es su castigo por andar coqueteando con otro.
“ese niño nunca podría hacerte esto, ¿sabías?” acertó certeramente al punto de JungWon y él gritó. “él no conoce tu cuerpo como yo, él no sabe cómo hacerte llorar y gritar de placer, ¿o acaso no has notado que estás temblando debajo de mí?” JungWon no dijo nada porque es verdad, su cuerpo está casi inmóvil, su boca está abierta para jadear y gemir fuerte y sus ojos están soltando lágrimas, ya sea de dolor o de placer, pues siente ambas.
JungWon gimoteó cuando sintió a JaeYoon rozar su punto sin golpearlo, “qué desesperante, ¿no es así?” JungWon asintió.
“si quieres golpear tu nudo, hazlo tú. yo no te voy a recompensar, tú mismo gánatelo.”
JaeYoon se salió y JungWon sollozó por el vacío, volteó rápido a JaeYoon y él ya estaba sentado sobre una vieja silla, JungWon mordió su labio y caminó seguro hasta ahí, no hay nadie que sepa montar a JaeYoon mejor que él mismo.
