Capítulo 160: Crucero - Parte II

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Hiroki salió de su camarote y se dirigió hacia el spa del crucero. Entró en la zona de las taquillas para dejar sus cosas y se encontró con Akihiko, quien estaba sentado mirando su teléfono móvil.

- Ye.

- Hey.

- ¿Qué haces? ¿Vas al hidromasaje?

- Sí, un rato. Estoy reservando al masajista para luego- dijo Akihiko y Hiroki frunció el ceño.

- ¿Desde el móvil?

- Pues claro. Bienvenido al s. XXI, abuelo.

- No me obligues a agredirte- le dijo Hiroki-. Resérvame a mí también un masaje.

- Vale.

- Está incluido en el precio, ¿no?

- Sí, Hiroki, todo está incluido.

- Menos mal porque con lo que nos ha costado el crucero este...- murmuró Hiroki mientras guardaba sus cosas en la taquilla-. ¿Y Misaki?

- En la cubierta emborrachándose con Kane y Shinobu.

- Ya veo. A estas horas todos prefieren estar tomando el sol o en la piscina, por eso he venido ahora. En el spa por las mañanas no suele haber gente, cuando se llena es por las tardes.

- Sí, yo he pensado lo mismo. Tenemos los masajes dentro de hora y media.

- Perfecto.

Entraron en la zona de las piscinas y estaba prácticamente vacío, salvo por una mujer que se encontraba sola en la piscina más pequeña y por Haruki y Naoki, quienes estaban dándose besos en otra piscina.

- Akihiko, en esta no hay nadie, así no molestamos a los niños- dijo Hiroki señalando una piscina pero su mejor amigo echó a correr hacia en la que estaban los dos universitarios. Llegó al borde de la piscina y se tiró de bomba a escasos metros de la pareja, quienes dejaron de besarse asustados-. ¡BAKAHIKO, IMBÉCIL!

- ¡PAPÁ! ¡NO TE PUEDES TIRAR DE ESA FORMA! ¡HAY UN CARTEL!

- Perdonad, no os había visto- dijo Akihiko mientras Hiroki se metía en la piscina.

- No pasa nada, tío.

- Una mierda no los habías visto- dijo Hiroki-. Eres un niño pequeño, Bakahiko.

- A que te salpico.

- Papá, no me des vergüenza ajena.

- ¿Habéis pasado buena noche?- preguntó Hiroki.

- Bueno, Misa-chan ha dado un poco de guerra porque le daba miedo que se hundiera el barco mientras dormíamos- explicó Haruki-. Pero a eso de la una cayó rendido.

- ¿Y cómo no me llamáis?- dijo Akihiko y su hijo suspiró.

- Porque no hacías falta, papá. Haru y yo nos apañamos bien.

- Claro, Akihiko, los niños lo hacen muy bien.

- ¿Hiro-chan se portó bien, tío?

- Sí. Sosuke y él estaban bastante emocionados por dormir en un barco pero no dieron mucho la lata.

- Buenos días- saludó Miyagi, quien acababa de entrar en la zona de las piscinas climáticas.

- Buenos días, tío.

- ¿Shinobu no está por aquí?

- No, está en la cubierta- respondió Akihiko-, en el bar.

- No sé ni por qué pregunto- sonrió Miyagi mientras se metía en el agua.

El InternadoWhere stories live. Discover now