Capítulo 18: Nuevo curso

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Se estaba asando de calor por culpa del traje. No solo le obligaban a asistir a aquella boda, sino que debía llevar una dichosa corbata. Shinobu quería que la tierra se le tragara. Miyagi se encontraba a su lado, también de traje y con cara de pocos amigos. Muchos de los invitados conocían al profesor y sabían que era el ex-marido de la novia, por lo que algunos le miraban con cierta lástima y otros simplemente cuchicheaban.

La ceremonia fue eterna pero el banquete fue peor. Shinobu y Miyagi se sentaron en una mesa bastante alejada de la nupcial, a petición del estudiante, junto con unas tías lejanas del rubio y dos parejas mayores que Shinobu no conocía. Desde el momento en que se sentaron aquellas tías no pararon de hablar del valor que le había echado Miyagi al asistir. El profesor, quien estaba harto de la situación, había empezado a beber al ver que aquellas mujeres no callaban.

- Joder, con las viejas estas.- Murmuró Shinobu.- No se atragantarán con el marisco...

- Pues son familia tuya.- Se limitó a decir Miyagi, a quien ya empezaba a afectarle el alcohol.

- Te aseguro que a nuestra boda no vendrán.- Dijo el rubio. Miyagi se puso en pie, tambaleándose un poco.- ¿A dónde vas?

- Al baño.- El mayor hizo un gran esfuerzo y consiguió caminar recto. Shinobu no quería quedarse solo con aquellas mujeres, así que siguió a su novio hasta el baño.

Cuando entró en el baño, unos brazos le cogieron y le metieron en un cubículo, dejándole contra la pared.- Shinobu-chin, qué bonito eres.

- Madre mía, viejo, qué borracho estás.- Resopló el estudiante mientras Miyagi le repartía pequeños besos por toda la cara.

- Te quiero, Shinobu-chin.

- Que si, pesado, que yo a ti también.- Dijo Shinobu intentando apartar al mayor de encima de él, pero éste se acercó más a él y comenzó a besar y morderle el cuello.- ¿Qué haces? ¿Tú no ibas a mear?

- No.- Respondió Miyagi regalándole una sonrisa que Shinobu calificaría de imbécil. El mayor continuó torturando su cuellos mientras le acariciaba el cuerpo.

- ¿Qué te pasa? Nunca eres tan cariñoso...- Murmuró Shinobu.

- Shinobu-chin, me gustaría que te arrodillaras.- Le susurró en la oreja.

- ¿Que me arrodille? ¿Para qué?- Preguntó Shinobu extrañado por tal petición. Miyagi rió suavemente.

- ¿Para qué va a ser?- Shinobu abrió los ojos como platos cuando entendió a qué se refería y no pudo evitar ponerse nervioso ya que jamás había hecho algo así.

- ¿Estás seguro?

- Claro, te tengo muchas ganas.- Dijo Miyagi y le besó. Shinobu enredó sus dedos en el cabello del mayor profundizando aquel beso. El profesor se apartó un poco rompiendo el beso, pero le arrimó la cintura para que notara su entrepierna.- Mira lo que has hecho, Shinobu-chin.

- Miyagi...- Gimió suavemente al sentir la erección de su novio.

- Dime, ¿quieres arrodillarte?- Shinobu le miró fijamente y vio en los ojos de Miyagi algo que muy pocas veces había sentido que despertaba en él; deseo. Aquella relación le frustraba porque en ocasiones sentía que el mayor no le deseaba pero al ver la manera en que lo estaba mirando, Shinobu no pudo evitar excitarse, nada le ponía más que sentir que Miyagi le deseaba.

El InternadoWhere stories live. Discover now