Capítulo 186: Saori, Chihiro y Akihiko

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Haruki sintió que los ojos se le llenaban de lágrimas al ver a su prometido en la cama del hospital.

- Haru, amor, estoy bien.

- No lo está, tiene contracciones.

- ¡Usagi-san!

- Siento mucho que tengas que pasar por esto, Nao- lloró Haruki abrazándole y Naoki sonrió.

- Pues haberlo pensado antes.

- Usagi-san, fuera.

- No, Misaki, ya me callo. Es que odio ver a mi niño sufrir.

- Ya lo sé, Usagi-san.

- ¿Te ha visto ya el médico?- preguntó Haruki limpiándose las lágrimas.

- Sí, me ha dicho que los trillizos están en buena posición. También ha dicho que no llegan a los dos kilos y que necesitarán incubadora- dijo Naoki-, pero es lo normal en trillizos, ya nos lo habían advertido.

- Ya, pero eso es muy poco peso- murmuró Haruki y negó rápidamente con la cabeza. Aquella no era la actitud correcta, su prometido estaba de parto y lo último que necesitaba era escuchar comentarios negativos-. Todo va a ir bien, Nao.

- Sí, Haru, en un rato les veremos la carita- dijo acariciando su mano y el profesor sonrió.




Hiroki, quien acababa de dejar a su hijo en el hospital, llegó a su casa y fue recibido por Rai.

- ¡Tío Hiroki, mi nii-chan va a tener ya a los bebés!- sonrió y Hiroki se agachó para darle un beso.

- ¿Estás emocionado, Rai?

- ¡Mucho!

- Uy, cuánta gente- murmuró Hiroki al ver a todos los niños en su sala. Sosuke y Natsu hablaban a gritos mientras Reiko dibujaba y Hiro-chan y Misa-chan se encontraban sentados en el sofá con mala cara.

- Hola, Hiro-san- dijo dándole un corto beso-. Ya he preparado las camas para los niños.

- Madre mía, si parecemos una familia del Opus- comentó y Nowaki rio-. ¿Qué les pasa a mis chicos?

- Estoy preocupado, yayo- respondió Misa-chan acariciando a Suki.

- Cielo, todo va a ir bien, el médico de tu madre es muy bueno- le dijo Nowaki.

- ¿Y tú qué, campeón?- preguntó Hiroki y su nieto hizo una mueca.

- Me duele la barriga, yayo.

- Eso son los nervios, cariño.

- Le he hecho una manzanilla, Hiro-san, espero que le alivie.

Hiroki puso una película con la esperanza de que los niños estuvieran callados un rato. Miró su móvil esperando alguna novedad pero Misaki todavía no le había enviado ningún mensaje, supuso que Naoki todavía estaría dilatando. Escuchó un llanto y miró con preocupación a su nieto.

- Hiro-chan, ¿te duele mucho?

- ¡Sí, me voy a morir!- lloró el niño y Hiroki se puso en pie.- Vamos a tumbarnos en mi cama, ahí estarás mejor-. El niño intentó incorporarse pero no lo consiguió, hizo una mueca al moverse mientras se llevaba una mano a un costado-. Vale, cielo, no te muevas. Espera un segundo.

Hiroki fue corriendo a la cocina, donde se encontraba Nowaki cocinando. El pediatra frunció el ceño al ver el rostro de preocupación de su marido.

- Revisa a Hiro-chan, no son nervios- le dijo-. No puede ni moverse.

- ¿No?- dijo apagando el fuego y yendo hacia su nieto. Cargó a Hiro-chan con cuidado bajo la atenta mirada de los demás niños, quienes habían pausado la película, y lo llevó al dormitorio principal. Tumbó al niño en la cama y le subió la camiseta para comenzar a palpar su abdomen-. ¿Te duele cuando aprie...

El InternadoWhere stories live. Discover now