Capítulo 56: El Anillo

712 59 326
                                    

Haruki lloraba de forma desconsolada mientras Hiroki miraba debajo de la cama. El profesor suspiró y se incorporó.

- Haru-chan, perder un juguete no es motivo para llorar de esa forma.

- Sí que lo es.

- Si tuvieras la habitación ordenada...- Dijo Hiroki y su hijo continuó llorando.- Grandullón, papá te ayudará a ordenar y ya verás como aparece.

- ¡Hiroki!- Se escuchó la voz de Kane seguida de un portazo de la puerta principal.- ¿Ya está llorando de buena mañana? 

- ¡No encuentro a Pikachu!

- ¿Has mirado en el baño?- Dijo Kane y el niño negó.- Es el primer sitio que miro cada vez que pierdo el móvil.

- No está ahí.- Dijo Haruki sin dejar de llorar.- Puede que esté en tu casa.

- Lo dudo, ya hace más de una semana que no has subido a jugar. ¿Cuándo fue la última vez que viste a Pikachu?

- Ayer.

- Tiene que estar en su habitación pero como cuando juega no recoge...- Dijo Hiroki.

- ¿Y en casa de Misaki? Puede que se lo haya dejado allí.- Dijo Kane.

- No dejamos que lleven juguetes a casa del otro para evitar este tipo de situaciones, luego se les olvida y todo son lloros hasta que lo recuperan.

- ¿Y si lo tiene papi?

- Haru-chan, no creo que papi se haya llevado a Pikachu al trabajo.

- Hiroki, ¿y en el coche?

- Ayer no lo usamos.

- Pikachu...

- Haru-chan, ya aparecerá.- Dijo Hiroki.- A ver si así aprendes a ser más ordenado.

- No me riñas...- Lloró Haruki.

- Grandullón, no te riño, todo lo que te digo es por tu bien.

- Le has reñido.

- ¿A qué has bajado?- Preguntó Hiroki y Kane sonrió agitando su mano. El profesor observó el anillo que llevaba en el dedo y supo al instante que Satoru finalmente se lo había pedido.- ¿Qué te pasa? ¿Intentas espantar moscas?

- Joder, Hiroki, ¿no lo ves?

- ¿El qué? ¿Tu retraso?

- ¡Fíjate en mi mano!

- ¿Qué? ¿Quieres que te diga que es muy bonita o algo?

- ¡Joder, Hiroki! ¿¡No ves que llevo un puto anillo!?

- Kane, puto no se dice.- Dijo Haruki limpiándose las lágrimas.

- ¿Y eso? ¿Es un anillo de castidad?

- ¡Qué denso eres, Hiroki!- Exclamó Kane desesperado.- ¡Es de compromiso!

- Enhorabuena, tontaco.- Sonrió Hiroki abrazándole.- Ya creía que te quedarías para vestir santos.

- ¿Qué pasa?- Preguntó Haruki al ver que su padre abrazaba a su padrino, cosa muy inusual.

- ¡Que me caso, enano!

- ¡SIIIIIIIIIIIIIIII!- Gritó el niño contento.- ¡BODA, BODA, BODA!

- Esa es la reacción que esperaba.- Sonrió Kane.- Y para celebrarlo, esta noche fiesta de pijamas.

- ¡BIEEEEEEEEEEEN!- Gritó el niño.

- Pero no toca hasta la semana que viene.- Dijo Hiroki.

- Es que el fin de semana que viene lo pasaremos con mis suegros.- Dijo Kane.- Te juro que como mi suegra se ponga tonta no viene a la boda.

El InternadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora