SpyroXCynder Flufftober

Conocer a los padres

—¡Y ella fue la culpable de que Spyro se fuera de casa!

—También me alegra verte Sparx —respondí al ver a la pequeña libélula amarilla.

—Mamá, Papá. Les presento a Cynder, mi compañera —habló Spyro, haciendo que me avergonzara un poco.

—¡¿Compañera?!

—Oh, Hola querida. Nos alegra que hayas traído a Spyro de vuelta, y que mejor que ya sean una pareja, felicidades —comentó la madre de Spyro, alegrandose por nosotros.

—Nos complace que seas la compañera de Spyro. Bienvenida a la familia —habló el papá de Spyro, recibiendome con los brazos abiertos.

—Les agradezco mucho su bienvenida —respondí.

Sentía como si una extraña calidez se hiciera presente en mi pecho.

—Pero vamos, díganme lo que sucedió —comentó su madre.

—Si. Sparx vino aquí y nos contó una historia increíble así que nos quedamos con ganas de saber más.

Ante esas palabras, Spyro no pudo hacer nada más que contar toda nuestra historia juntos. Hablando sobre cómo conoció a Ignitus y a los demás Guardianes Elementales, así como sobre la corrupción que el Maestro Oscuro había forjado en mi y como con su ayuda logré vencer.

Agradecí que los padres de Spyro no me odiaran por lo que había hecho, sorprendiéndome en cambio al preocuparse por mi.

Spyro continuó contando la historia hasta nuestra reciente unión, logrando un par de abrazos cariñosos de parte de sus padres para ambos, deseando lo mejor para nosotros.

Para cuándo el atardecer se hizo presente nos despedimos de todos, acordando volver a vernos y finalmente partimos de regreso a nuestro hogar.

—Tienes una gran familia —comenté volando a un lado de Spyro.

—Ahora también es tu familia —respondió, acariciando mi mejilla con la suya.

Me sentí feliz al poder pertenecer a un lugar donde era querida y apreciada. Donde nadie me temía y dónde podía sentirme en paz.

Le di un beso a Spyro en la mejilla, una muestra de agradecimiento por todo lo que me había dado.