5. Ghosting.

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Hi~ Necesitaba desconectarme un rato antes de regresar al triste mundo adulto e ironicamente este fic me está haciendo bastante feliz, más que nada por lo que se viene y ciertos desarrollos puntuales. Muchas gracias a quienes apoyan este cosito, de verdad.

¡Espero que les guste!

—¡Ash! ¡Ash! —No lo escucha, permanece con la cara hundida contra la almohada, su espalda se encuentra desnuda entre las sábanas, un relumbrante charco de saliva a adornado la almohada, Eiji suspira, derritiéndose ante los ojitos soñadores que Jad...

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—¡Ash! ¡Ash! —No lo escucha, permanece con la cara hundida contra la almohada, su espalda se encuentra desnuda entre las sábanas, un relumbrante charco de saliva a adornado la almohada, Eiji suspira, derritiéndose ante los ojitos soñadores que Jade le arroja, lamenta que su progenitor sea un dolor de culo al despertar, con razón lo llamó tan temprano.

—Ei-chan... —Le suplica en voz baja, apretando los bordes de la jardinera, jugando con sus converse contra la alfombra, arrastrándolas hacia la puerta una y otra vez—. Lo siento, papá da miedo cuando despierta. —Dawn permanece estática desde el marco, observando con una sonrisa astuta y felina semejante espectáculo.

—No te preocupes. —Se lo asegura, revolviéndole el cabello antes de regresar su atención al infame depredador que yace entre las sábanas, parece un perezoso más que lince, piensa—. ¡Ya es la quinta vez! ¿Cuánto más piensas seguir durmiendo? Ya es pasado el mediodía. —Él lo ignora, ahogándose aún más contra la almohada, encogiéndose entre las frazadas porque es testarudo y ama hacer las labores domésticas de Eiji aún más difíciles—. En serio, no sé cómo puedes vivir así.

—Ayer le entregué mi borrador a Max. —Su voz escapa somnolienta contra la funda de algodón—. Necesito descansar. —Es verdad, el fotógrafo ha sido testigo de su desvelo a causa de su vehemente novela, sabe que debe estar cansado y lo correcto debería ser darse la vuelta para dejarlo dormir el resto de la tarde, sin embargo, es terco y odia que le hagan competencia.

—He preparado el desayuno. —Insiste, viendo cómo aquel adulto se convierte en una especie de fajita humana contra el colchón, Eiji procede a tironear de las sábanas, intentando arrastrarlo fuera de la cama—. ¡Voy a despertarte sin importar qué!

—Ya ríndete, anciano.

—¡Ash!

Chilla, utilizando todas sus fuerzas para tironearlo, Jade no ha dudado en unírsele, aún así, su fuerza física impresiona insuficiente, ¿dónde quedó la musculatura de pertiguista? Se lamenta, tal vez deba empezar a entrenar con Sing. Sus manos se aflojan alrededor de la sábana, pasea su mirada hacia el presunto culpable de su frustración, viéndolo aferrarse al almohadón con una terquedad pueril que solo lo incita a seguir halando. De ninguna forma se habría imaginado que todas sus mañanas serían esto: niños traviesos y escritores con insomnio, se ríe de su propio pensamiento y de lo natural que se profesa la cercanía, no es nuevo despertando a la familia Callenreese, de hecho, ayuda a Jim con bastante frecuencia y aun así...

Son amigos.

Son amigos de verdad.

A Eiji le hacía falta con desesperación un amigo ajeno a toda esta situación del Hanahaki, no porque Sing o Ibe o todos sus conocidos sepan, al contrario, Yue es el único consciente de dicha agonía, sino porque necesitaba a quien no esperara nada a cambio, que quisiese de su compañía al agradarle y ya, no por un intercambio de expectativas, admiración, inspiración o lo que sea. Desde que vio a Ash quebrarse a causa de la demencia de su padre, aferrándose a él como si su vida dependiese de esa caricia, como si fuese un salvavidas, ha jurado estar ahí para este idiota con 200 de IQ y sus hijos, se ha prometido que al menos puede hacer eso.

Send me roses  [Angstruary]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora