16. Love you, sunflower.

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Hi~ El epílogo llega con una semana de atraso porque como mis lectores más regulares sabrán, he estado acomodando fechas semanales para no perder el hilo de los fics hasta que se me ocurra meterme a otra dinamica y Dios ampare. El epilogo para variar quedo bien largo, pero pude abarcar los temas que con Ash habían quedado abiertos y tocarlos de una manera que al menos a su servidora la dejó contenta. Nuevamente, gracias por mantener vivo este perfil chiquito, saben que soy sentimental con estas cosas, pero a fin de cuentas, si mis mensajes no llegaran a nadie ¿para qué publicar? En ese caso los dejaría para mí y ya, así que especialmente acá, agradecerles por todos los comentarios bonitos. Es super lindo ver eso en un fandom relativamente pequeño como el nuestro porque bueno, ¿sino nos apoyamos entre nosotros quién lo hará? Ojala esto les guste, está hecho con amor.

¡Muchas gracias por tanto!

¡Muchas gracias por tanto!

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Rosas.

Flores increíblemente magnánimas de apariencia vanidosa, son conocidas por la divergencia que las confluye entre delicadeza y hosquedad, son símbolo de amor, erotismo y perfección transversal en las culturas, son conocidas como las flores más hermosas del mundo. Incluso en la literaria obtienen personajes protagónicos, piensa en el prestigioso aforismo escrito por Gertrude Stein: «Rosa es una rosa es una rosa es una rosa», significa que las cosas son como son, nada más.

X = X.

Rosas = Rosas.

Eiji Okumura = Eiji Okumura.

Le es increíblemente risible semejante petulancia inclusive al momento de escribir, recuerda el libro favorito de Jade, también en el principito existe una rosa caprichosa que demanda constantemente de atención y cuidados que rayan al borde de una personalidad limítrofe. Aslan odia las rosas siendo honesto, es una persona reflexiva en demasía, calculadora, sus fanáticos han descrito su prosa como fría e implacable, les da la razón. No le gusta detenerse en esta clase de cursilerías para justificar un malintencionado y deliberadamente cruel acto de rosas, hacerlo lo remonta a cuando Eiji casi muere por culpa del Hanahaki y eso lo ahoga, ahogarse no es grato, más considerando que su familia creció al aceptar a un terco conejito en su nido de linces, por eso escamotea esas flores, tanto metafórica como literalmente las evita.

Eiji nunca ha sido una rosa para Aslan, ¿qué puede decir? Es un escéptico.

—¿Qué?

Pero hasta un escéptico como él, debe admitir que hay algo mágico en este instante.

—¿Por qué me miras tanto?

Ash sonríe ante la pregunta, sus mejillas arden contra la almohada, todavía las tiene irritadas y tibias por los besos de anoche, su cabello se encuentra pegoteado por el sudor, cayendo hacia sus cejas y dándole cosquillas, se inclina hacia Eiji dentro de la cama matrimonial, la sábana que los cubre pende hacia el suelo con tan sorpresivo movimiento, abre sus brazos, no lo presiona para corresponder del abrazo, se quedan un instante así, frente a frente, completamente desnudos y vulnerables, alma con alma, cuerpo con cuerpo, piel con piel y rosas con rosas. Le da vergüenza sostener una mirada ante esos ojos cafés, porque transmiten tantas emociones, que si bien, son gratas de descifrar lo colocan en un campo de flores místico e iridiscente: cobrizas, cafés, doradas, chocolates, amatistas, bronces, pardas y otra vez cobrizas. Ríe, absolutamente deslumbrado por su esplendor, vuelve a repasar en la mirada de los conejos y sabe que ha elegido bien un animal para representar a su pareja.

Send me roses  [Angstruary]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora