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Así como Félix sabía mi identidad y yo la suya, Adrien sabía la mía y yo la de él. La ventaja que teníamos es que Félix desconocía la del Agreste.

Sin dramatizar demasiado la situación y siendo un tanto clichés, tras una pelea ardua entre Félix y yo, nuestro contado tiempo usando la magia de nuestros amuletos se acabó y ambos fuimos expuestos el uno al otro. Chat Noir se quedó observando a escondidas y a lo lejos.

Días después él mismo me reveló que conocía la identidad secreta de su primo y la mía.

Y si bien, la atracción entre Adrien y yo siempre había existido; ambos decidimos mantenernos con distancia. Yo ya había observado antes las consecuencias de entablar una relación con Chat Noir, así como de algún modo él también ya las conocía.

—Creo que tengo una manera de quitarle el Miraculous esta vez.— exclamó el rubio.

—¿Y esa manera es...?

—Los Graham pronto organizarán una reunión para promocionar la carrera política de mi tía Amelie, y forzosamente mi primo estará ahí, lo que significa que estará descuidado y con el amuleto consigo. Estará a vista de todos así que procurará no lucir sospechoso. Es nuestro momento.

Veía el entusiasmo en su rostro. Sólo asentí.

¿En serio iba a acabar nuestro juego tan pronto? ¿Estaba mal que me sintiera molesta?

—Claro, es un gran plan.— le respondí.— ¿Pero planeas hacerlo tú solo?— él negó.

—Tú entrarás a la fiesta, solo confía en mí y consigue la ropa que usarás ese día.

Yo sólo sabía una cosa: antes me hubiera muerto por conseguir la sonrisa que ahora Adrien me regalaba, pero ahora sólo me concentraba en pensar como se vería Félix en traje de gala.

Infect me // FelinetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora