21

1.2K 165 50
                                    

Adrien insistía en que algo no estaba bien conmigo, y que si Hawk Moth me estaba saboteando, se lo dijera para planear algo juntos para derrotarlo.

—¿Sabes lo mucho que me alegra por fin tenerte?— cuestionó Félix en mi cuello antes de volver a colocarle un beso.

Ambos estábamos sobre uno de los tejados de nuestra universidad, escondidos en la penumbra de la madrugada y nuestros cuerpos a un hilo de distancia.

—Eres el último hombre de la tierra al que le pertenecería ¿si te das cuenta?— Félix sonrió y alzó su mirada hacia mí.

—¿Entonces por qué aceptaste mi trato?

—Me orillaste. Aún así el hecho de que acepté no significa que vaya a ser tuya, únicamente significa que me voy a prestar a tus juegos.— él soltó una pequeña era.

—¿Ah, sí?— tomó mi mano y le depositó un beso. Empezó a acariciarla con exagerada devoción que, tenía que admitir, erizaba mi piel.— Eres tan suave.— un beso en mi muñeca.—No tienes una idea todo lo que provocas con tan sólo dejarme besarte.— su mirada esmeralda se estancó en mí.— ¿Algún día tú me besaras?

Apreté los labios. Varias veces estuve a punto de hacerlo, pero de milagro me pude contener.

—¿Cuándo me vas a decir qué es lo que en verdad quieres con esto?— Esta vez Félix apartó la mirada.— ¿O me dirás porqué llegas golpeado?— soltó una pequeña risa.

—Creo que ya lo deberías saber siendo amiga de Adrien, mi familia no es precisamente un amor.— No había odio en sus palabras, pero sí un dolor a penas marcado.— En cuanto a que es lo que quiero de ti...— su rostro se acercó demasiado al mío y sus manos tomaron con firmeza mi cadera.— Esto no es ningún truco, así que tú tampoco busques ningún otro beneficio de esto. Sólo te quiero a ti, y sé que tú a mí; tengo tantas ganas de devorarte así como tantas ganas de que tú lo hagas conmigo.— soltó sin atisbo, dejándome congelada.— Una vez que ambos aplaquemos esa curiosidad, tú y yo seguiremos nuestros caminos como corresponde ¿De acuerdo? No me interesa ni en lo más mínimo tenerte como pareja.

Sonreí sintiendo que algo se había atorado en mi garganta. Era un tarado.

—Que bien, pequeña polilla, porque yo...— Tomé su hombro.— tampoco tengo el más mínimo interés en tenerte como pareja.— susurré a su oído.

Infect me // FelinetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora