25

1K 155 42
                                    

No sé cómo Adrien me ayudó, había cámaras de seguridad en la habitación, pero de alguna forma se las ingenió para apagarlas.

El expediente clínico indicaba tres costillas cortas, un pulmón perforado más otras contusiones y un par de contusiones más, añadiendo una lesión en la cabeza.

Nada implicaba un riesgo mortal, pero empezaba a creer que Adrien no se refería a que sus heridas fueran el riesgo, sino la propia familia.

Pasé mis manos por su rostro y con mis dedos repasé sus labios, estaban resecos y parecían tener cicatrices.

—Te dije que no quería que me volvieras a ver así.— Cuando abrió sus ojos, pude notar que tenía una leve hemorragia en uno de ellos.

—¿Por qué te hacen esto?— Sentía que en cualquier momento iba a soltar el llanto.

—Vete de aquí.— sentenció.

—Pero...

—Tú no entiendes ¿Verdad?— me cuestionó.— No me interesa tus sentimientos sobre mí, no quiero que tengas un vínculo emocional conmigo, así que lárgate.

¿Cómo incluso así, podía hablar con tanto desdén?

—Te pudieron haber matado.— le respondí con la misma frialdad, tragándome mis emociones. Él rio.

—¿Y crees que no lo hubiera deseado?— pude sentir la amargura de sus palabras.— Quería comprobar si mi familia eran tan bestias como para matar a uno de los suyos, y que una vez más tenía razón.

—¿Los provocaste para qué te hicieran esto?

—Cuando se trata de mí no necesitan que los provoque.— respondió divertido.

Parecía que esto tenía más capas que no se podían explicar con los pocos segundos que teníamos para conversar, y ahondar en esto no resolvería nada, pero había una pregunta que hacía eco en mi cabeza.

—¿Ellos saben quien eres?

Él asintió en silencio.

—Es lo de menos. Esta familia tiene secretos más oscuros que al portador del Miraculous de la polilla entre ellos.

No quise seguir preguntando, aunque no lo demostraba esto lo ponía tenso.

—Sólo venía a decirte que encontré el brazalete.— Alcé mi muñeca.— ¿No es lindo?

Él por fin dibujó una sonrisa en su rostro.

—Lo es.— tomó mi mano y la besó con sus labios partidos.— Perdón por lo que dije antes, estoy feliz de que estés aquí.

Infect me // FelinetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora