Leer si lo crees necesario

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Estaba helando. Los relámpagos sonaban en la ciudad de Nueva York amenazando de una próxima tormenta.

—Mira mamá, ya empezó a llover.— Escuché a un niño decir a su madre.

Regresé mi mirada hacia el gran ventanal de aquella galería de arte. Ya escurrían gotas de lluvia sobre el vidrio.

No mucho tiempo después de que terminé la universidad, me mudé a esta ciudad. No es que haya dejado de querer a París, pero vivir en el departamento de Félix no fue fácil. Intenté vivir con mis padres otra vez e incluso alquilé por mi cuenta, pero saberme tan cerca de ese sitio y tenerlo abandonado era un martirio.

Aunque por alguna razón también me negaba a venderlo.

Lo de Adrien conmigo no terminó de funcionar. No sólo por mi culpa: al final, nuestra relación se basó en una herida compartida, quizás antes pudimos haber llegado a algo más; pero después de lo de su familia, lo nuestro no era más que constantes palabras de consuelo mutuo.

Él ahora estaba con alguien, Kagami de hecho, y se le veía muy feliz con ella.

En cambio, yo seguía teniendo algunas que otras relaciones fallidas.

—Señorita.— Un hombre de traje elegante tocó mi hombro.— La he visto observando esa foto un largo tiempo, así que debo preguntarle ¿Está interesada en adquirirla?

La imagen era de una casa en Irlanda, rodeada por neblina y un bosque; incluso aquí yo podía sentir el frío de ese ambiente, sin embargo me proporcionaba esos cálidos recuerdos en la casa de él.

—Yo creo que...— Antes de poder contestarle una chica se aproximó al hombre y susurró unas cosas a su oído.

—Oh, perdóneme señorita, me informan que esta foto ya tiene su comprador. Pero a lo mejor si quiere elevar la oferta...

—¿Será que puedo...?

Pero antes que pudiera terminar la oración, me vi interrumpida por otra voz.

—Disculpe ¿Me puedo llevar ya mi cua...?

Me quedé sin aliento y una lágrima escapó de mis ojos sin querer.

—Tú.— pude pronunciar a penas. Frente a mí, tenía todo lo que alguna vez había anhelado ver.

Ignoré completamente la reacción de los dos vendedores a nuestro lado. Él se acercó a mí e incrédulo acarició un mechón de mi cabello.

Así que todavía hay tiempo para cumplir promesas.

Finalmente me sonrió, con un par de lágrimas en sus ojos. Llevó mis nudillos a sus labios y los besó, retornando a esa vieja costumbre suya.

—Tú.— dijo él.














Mi historia concluye en el final que antes les mostré, así que técnicamente mi final no describe cómo terminan los personajes. Esto no es canónico si así lo quieren. Este es mi "¿Podría ser que...?"; un fanfic de mi fanfic; así que si quieren tomarlo como canónico, pueden hacerlo también

He ahí su decisión.

Infect me // FelinetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora