Epílogo

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Si, si, si, dije que lo subiria en una semana...y no he cumplido xD nunca cumplo ;; no se como os fiáis de mi xD

Dear Layla

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que te escribí una carta, no sé ni por dónde empezar a contarte, veamos...

Han pasado ocho años desde que regresé a Fairy Tail, mis compañeros del gremio nos regalaron una casa, una para Natsu, Igneel y para mí, la construyeron para los tres pero todos entran como si fuese suya. Esto no es lo único, sucedieron tantas cosas en todo ese tiempo...

Creo que empezare a contarte por Natsu, el chico del que siempre te hablaba, tardó dos años en pedirme matrimonio, dos años en los que no le pude quitar el ojo de encima o mi rival me lo quitaría, a pesar de que tenemos un hijo en común ella no dejaba de intentarlo, pero yo siempre iba un paso por delante, aunque te confieso que si Natsu no fuese tan estúpido...quizá lo hubiese perdido.

Te contaré una pequeña anécdota, hicimos una fiesta de disfraces en el gremio, yo no iba tan mal, pero Lisanna, mi rival, iba impresionante, preciosa, tanto que me daba mucho miedo que Natsu se fijara en ella, así que hice mi jugada maestra, fui a la tienda de disfraces y cambie mi disfraz de gato por algo que llamaría la atención de Natsu y de todo el gremio, Lisanna no llevaba mucha ropa e iba mostrando bastante carne pero yo...mostraba más carne que ella, sí mama, ella era una vampiresa sexy y yo...me disfracé de hamburguesa, recuerdo que todo el gremio se estaba riendo de mí, pero también recuerdo que Natsu no me quitó la mirada de encima, jamás me había mirado con tanto deseo.

Igneel ha crecido mucho en estos ocho años, pero aunque tiene diecisiete jamás voy a dejar de verle como mi niño pequeño. Su padre le enseñó a controlar la magia de fuego, a pelear y no ha tardado mucho en conseguirse una reputación, comenzó siendo el niño prodigio de Salamander y más tarde heredó el apodo que antaño perteneció a su abuelo, ahora es conocido en todas partes como él quería, como siempre quiso ¿Dragón celestial? No, odia ese nombre, él siempre quiso ser conocido como "el Rey Dragón del fuego", Natsu está orgulloso de que todos le conozcan por ese nombre.

¿Pensabas que había acabado?

No mama, la familia creció, y una nueva vida entró en nuestro hogar, una niña, energética como su padre y físicamente parecida a mí pero... ¡Tiene el maldito cabello rosa! Más les vale que todos mis nietos sean rubios. Se llama Kaori, intenté ponerle tu nombre pero perdí una apuesta muy importante contra Natsu, apostam....

Narrado por Lucy

-¡Mami! –Dejo de escribir cuando la voz de mi hija resuena en el cuarto, me giro para verla y tenerla de frente.

-Buenos días Kaori.

La observo de arriba abajo fijándome en cada pequeño detalle suyo. Su cara es redonda y siempre está sonriendo al igual que su padre. Tiene un pelo medianamente largo, le llega por debajo de sus hombros, su flequillo que le tapa una parte de la frente, sus ojos grandes son de color negro, pero a pesar de tener ese color siempre se ven llenos de vida. En ella destaca su pelo multicolor, es decir, todo su pelo es rosa a excepción de las puntas que son rubias.

Ya que se acaba de levantar de la cama su cabello esta revuelto, completamente despeinado, va vestida con una camiseta de su hermano que al ser tan grande la utiliza de pijama y con ella trae arrastrando uno de sus peluches favoritos.

-¿Cuándo nos vamos? –Pregunta con un tono soñoliento mientras se restriega los ojos con sus pequeñas manitas.

-¿Irnos? –Como estaba escribiendo la carta he perdido la noción del tiempo. Abro las cortinas de la habitación dejando que el sol se adentre en la habitación y que el ruido de los cohetes en el cielo azul claro nos asuste a ambas– ¿Ya es tan tarde? ¡Vístete que nos tenemos que ir! –Le ordeno a mi hija.

Voy a buscarte (NaLu)Where stories live. Discover now