Voy a buscarte (NaLu)

De Regreso a casa

Narrado por Igneel

Cuando salimos de la casa de Salamander decidimos ir a la mía en busca de alguna pista sobre el paradero actual de mi madre. Al contrario que yo que vine andando decidimos ir a la estación pues así llegaríamos antes a nuestro destino.

-No nos has contado nada sobre ti –Me dice Gray poniéndose a mi lado, en su cara veo la curiosidad por conocerme.

¿Sera porque soy hijo de Lucy...?

-Me llamo Ig...digo Jude, tengo 9 años y mi madre es Lucy, no hay mucho más...–Acelero el paso para ponerme al mismo ritmo que los magos que van por delante.

-Y... ¿Sabes usar la magia? –Me pregunta ahora Erza.

-Sí, uso los espíritus de mama –Saco las llaves del bolsillo de mi pantalón y se las muestro.

-Y... ¿tu padre...? –Salamander me quita la mirada avergonzado.

-Prefiero no hablar de él –Respondo mirándole con odio.

Erza me mira fijándose en que no siento ningún tipo de afecto hacia Natsu y eso me hace apartar la vista de Salamander automáticamente, no me importa que sepan que odio a mi padre pero tampoco quiero que sospechen que se trata de Salamander.

Continuamos el camino a mi casa en silencio, llegamos a la estación. Mi casa está a las afueras de Fiore por lo tanto aunque vayamos en tren probablemente lleguemos allí por la noche.

-No...un tren no... -Escucho decir a Salamander antes de subir.

Tomo aire y entro serio en él tren, si Salamander odia los trenes como yo es porque se marea, por desgracia a mí me pasa exactamente igual así que tengo que disimular que me encuentro perfectamente.

-No te marees, no te marees –Me digo a mi mismo dándome ánimos, estoy a punto de llegar a mi asiento cuando noto como mi cuerpo cae al suelo sin energía– Voy a vomitar...

No quería que lo notasen pero los transportes son demasiado para mí.

Odio tus genes Salamander.

-¿Te mareas? –Me pregunta Happy cogiéndome de la chaqueta para sentarme bien en el asiento.

-Un poco... –Respondo sin fuerzas, escucho un fuerte golpe y veo como Erza tira a Salamander inconsciente a mi lado.

-Así estará callado –Dice sonriendo, la miro asustado y utilizo toda mi fuerza de voluntad para que no se note lo mareado que estoy, no quiero acabar como él.

-Suerte –Me dice Happy y yo le doy las gracias temblando.

Erza da demasiado miedo.

Afortunadamente el viaje no dura demasiado. Cuando bajamos Salamander ya está despierto, rápidamente besa el suelo y me da mucha envidia porque es algo que yo también quiero hacer.

-Sigamos –Propone Gray.

Salimos a la calle central y una vez allí les guio por el pueblo, para mi desgracia muchos de mis compañeros de colegio se encuentran en la calle ¿Por qué tienen que estar a estas horas fuera? Paso sin mirarles, intentado que no me digan nada, no tengo ahora mismo la paciencia necesaria como para soportarlos.

-Ey mirad –Habla uno de ellos señalándome– Hemos pasado por tu casa ¿Qué le ha pasado a tu mami? ¿Eh? Imbécil –Cojo mi gorro y lo aprieto contra mi cabeza, intentando ocultar mi rostro, intentando calmar mi ira ¿Por qué no me dejas golpearles mama? ¿Por qué no puedo hacer que se traguen mis puños?

-Dejar de molestarle, es un cobarde después de todo, él siempre va llorando a los brazos de su madre...y ahora no está –Al escuchar el último comentario el resto de niños comienzan a reírse.