Cuéntales - Pearce Joza y tú

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— ¿Lo viste? ¿Lo viste? ¿Lo viste? —dijo Dylan mientras se metía a mi habitación.

— ¿Qué cosa? —dije mientras armaba mi presentación final del semestre.

— Pearce hizo un directo para que sus fans te dejaran tranquila.

— Hizo... ¿Qué? —dije mientras dejaba de mirar mi laptop, y lo miraba a él.

— Ya acabó. Y... no estoy seguro de que lo guarde. Pero seguro los otros fans grabaron partes y las van subir.

— ¡Dylan, ven a terminar la tarea! —cuando escuchó eso, se fue.

Pearce... no sé había olvidado de mí.
Dejé mi proyecto, y fui a buscar a Dylan. No me faltaba mucho por hacer, por suerte.

Bajé rápidamente las escaleras, y me encontré con mis padres, Matthew y Dylan.

— Quiero... quiero ver ese vídeo. —le dije a Dylan.

— ¿Qué vídeo? —dijo papá.

— Pearce hizo un directo para decirle a sus fans que dejen tranquila a Lexi. —dijo Dylan, mientras usaba el teléfono de mamá.

— ¿Y no pudo hacerlo hace mucho?

— Matthew. —le dijo mamá.

No le hice caso, y me concentré en ver el vídeo que Dylan puso.

Él...

— Ahí está la prueba. ¿Ya me van a escuchar?

— Matthew, por favor.

— No. Se los llevo diciendo por mucho tiempo. Él mismo lo acaba de aceptar. Todo su mundo... lo lastima. Se alejó de ella, y ni así la dejaron tranquila. Todo esto es malo para ella. Tienen que...

— Matthew, ya para. Estoy enamorada de él.. Y aunque hasta hace un tiempo esto parecía imposible, lo quiero. Se volvió mi persona favorita. Y... no me importa lo que digas. Voy a seguir con él. No me gusta estar así contigo. No me gusta no hablarte. Y no me gusta que... no aceptes que Pearce me hace feliz. Eres mi hermano favorito. Pero no lo voy a dejar. Él me hace sentir bien y tranquila. Nunca te hubiera dicho esto, o le hubiera dicho a los fans que me dejaran tranquila, si no lo hubiera conocido. Él me ayudó en todo esto, aún sin saber de mi autismo. Y... no quiero renunciar a él. Aunque eso te moleste.

— Alexa, no...

— No me vas a hacer cambiar de opinión. Todos lo aceptaron, pero tú no. Y me gustaría que eso cambiara. Quisiera tener a mi hermano de vuelta.

Luego de eso, volví a mi habitación.
Estaba por retomar mi presentación, cuando vi mis manos sobre el teclado. Estaba temblando un poco.
Eso me... había costado.

Esos momentos en los que estaba por entrar en crisis, pero terminaba diciendo lo que pensaba, me cansaban demasiado. Y me abrumanan igual.

Algunas horas después, tenía mi proyecto listo. Ya no tenía nada... por hacer.