CAPÍTULO XIII

18 3 4
                                    

Un día tranquilo, al parecer, Louis y Harry habrían de verse para entrenar. La princesa Arlene había sido invitada a acompañarlos y ella encantada aceptó. Le parecía bastante entretenido verlos combatir entre sí.

Ambos herederos estaban esperando de pie a que el chico castaño volviese con el equipo necesario.

En realidad a Arlene se le hacía algo... fuera de lo normal que Harry estuviese ahí ahora, por la razón de que él mismo le había avisado que estaría toda la mañana ocupado, firmando papeles importantes con respecto al reinado que le permanecería a su madre por unos meses más.

-Harry, ¿no me habías comentado ayer que pasarías toda la mañana ocupado? -preguntó la princesa.

-Sí, eso... anoche comencé y para hoy ya no tenía mucho más que hacer -respondió a la pregunta con simpleza, pero se le notaba distraído... como si buscara a alguien.

-¿Estás bien? Te veo extraño, ¿esperas a alguien más? -arqueó una ceja confundida.

-No, solo... -apartó su vista de la nada para dirigirle una sonrisa y entonces fue que se acercó a la linda chica, demasiado cerca. En un muy corto lapso de tiempo la besó, sin darle tiempo para apartarse.

Arlene no supo que hacer. Se sorprendió demasiado, y no de una buena manera. A todo esto, Louis ya estaba lo suficientemente cerca, por lo que alcanzó a ver aquel acto. Él se dio la vuelta sobre sus pasos y se fue, sin siquiera querer saber a detalle lo que había ocurrido, porque él lo había visto todo... su chico había besado a quien ahora -al igual que él- ella era su esposa y lo que le había jurado que era únicamente por beneficio del reino, nada más que eso.

Se sentía tan ridículo, engañado. Él había confiado en la palabra de Harry, pero al parecer todo se remontaba a simples palabras. El hermoso momento que tuvieron al comprometerse el uno con el otro, a pertenecerse mutuamente se esfumó por completo.

Siguió caminando hasta devolverse a la armería, a dejar el equipo que llevaba en brazos. Mientras tanto, hacía su mayor esfuerzo por no romperse. Aunque muy pocas veces a lo largo de su vida se hubiese sentido en la necesidad de expresarse de aquella manera, ahora se sentía lo suficientemente débil como para tirarse al suelo, ahí mismo y dejar las lagrimas inundar sus cuencas. Sentía unas fuertes punzadas en el pecho, eso le dificultaba respirar con normalidad, pero podía soportarlo, ha vivido cosas peores a lo largo de su vida.

[...]

Un fuerte empujón y una sonora bofetada hicieron falta para apartar al chico de larga cabellera.

-¡¿Qué mierda haces?! -exclamó ella muy enfadada, tomando aún más distancia. Logró ver como Louis se alejaba, entonces asumió que había presenciado todo lo ocurrido.

-Estamos casados ahora, ¿qué acaso no puedo hacer eso? -replicó sonriente, con cierto orgullo.

-¿Qué? ¡¿Qué estás diciendo?! ¿Te estás escuchando siquiera? -estaba totalmente perpleja.

¿Qué se suponía que hiciera en una situación como esa? Harry era su amigo, pero en ese momento no lo reconocía ni de cerca.

-Me voy. No sé porque mierda hiciste lo que hiciste, pero no te lo voy a tolerar -explicó y de una vez fue que se alejó del sitio, en dirección a la entrada del castillo, alzando su vestido al correr. Debía encontrar a Louis.

𝐌𝐲 𝐋𝐞𝐠𝐚𝐜𝐲 ᯽ 𝘓𝘢𝘳𝘳𝘺 𝘚𝘵𝘺𝘭𝘪𝘯𝘴𝘰𝘯Место, где живут истории. Откройте их для себя