CAPÍTULO XI

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La Reina apenas y logró conciliar el sueño por un par de horas, pero despertó muy temprano para ver si Harry ya había aparecido, lo cual no fue así.

Esperó unas horas; durante ese tiempo, tuvo el desayuno junto a La Princesa Arlene y su hermana: La Duquesa Letizia.

-¿Aún no tienen noticias sobre Harry y Louis, majestad? -Arlene sacó el tema antes de tomar un sorbo de su té de frutas.

-No querida, nadie los ha visto desde ayer en la tarde. Su boda será en unas horas y los Reyes junto a la demás familia no tardarán mucho en llegar. Verdaderamente no sé que haré si Harry no aparece para entonces -habló con algo de desespero mientras removía su comida con los cubiertos. Letizia solo escuchaba.

De pronto las grandes puertas al comedor se abrieron, de ellas entró un guardia.

-Buen día majestad, altezas -hizo dos reverencias-. Mi Reina, El Príncipe ha llegado, está en los establos junto al Capitán -un gran alivio inundó a La Reina, ocasionándole liberar el aire que inconscientemente retenía en sus pulmones.

-Gracias a Dios -su mano fue a parar sobre su corazón. Se levantó velozmente de su lugar-. Pueden terminar de desayunar y luego ir a que las arreglen para el evento -les ordenó a ambas chicas, a la misma vez que avanzaba apresurada hacia la salida, recogiendo sutilmente su vestido para poder caminar sin tropezarse con él.

El guardia la escoltó hasta donde sabía que se dirigía y se quedó fuera cuando ella le dio la orden de no entrar.

-Harry Edward Bourkenthy, por el amor de Dios ¡¿se puede saber dónde te habías metido?! -la mujer se exasperó apenas vio a su hijo-. Eres perfectamente consciente de que ¡no puedes salir del castillo si no le avisas a nadie a dónde irás! Tal vez yo no te lo prohíba como tu padre hizo, pero debes avisar. Estaba realmente preocupada -lo analizó de prisa y vio la capa que llevaba sobre su brazo-. ¿Por qué has usado esa capa? ¡Sabes que es únicamente para ceremonias o eventos! ¿Qué le ha pasado? Esta llena de manchas por todas partes... y de tierra también. Edward, ¿a dónde te fuiste a meter? -se le notó notablemente desesperada y muy molesta. Harry jamás la había visto de esa manera. Louis únicamente observaba algo apartado, con la cabeza baja.

-Lo lamento, no pensé que fuéramos a volver hasta ahora. Solo quise ir a disfrutar un poco mi libertad, antes de comprometerme con Arlene, no fue mi intención tardar tanto, madre -se defendió-. Lo de la capa fue un accidente: le cayó algo de agua de un lago al que fuimos y luego me tropecé, de ahí la tierra -mintió. Claramente no le diría que la usaron como manta para sentarse y comer ahí... claro que sin contar la parte en la que se comprometieron y luego hicieron el amor sobre la misma.

-El problema aquí es, que desde un inicio no debiste usarla y no debiste salir sin avisar a nadie -se llevó la mano a la sien para masajear con sus dedos la zona. Comenzaba a sentir pinchazos en la cabeza-. Louis, ¿por qué no le reportaste a nadie que saldrían del castillo?

-Es qu-...

-Yo le dije que no lo hiciera, él no tiene la culpa -lo interrumpió. No quería que su madre le reclamara por algo que en verdad él no tenía culpa alguna.

-Le pregunté a él, no a ti -sus palabras salieron cortantes, tanto así, que en parte lograron herir al rizado-. ¿Louis? -ambas miradas se posaron en el castaño, quien alzó su cabeza para responder.

-Mil disculpas, majestad, no volverá a ocurrir -respondió simple y con respeto.

-Bien. Louis necesito que vayas y te cambies de atuendo cuanto antes para ir a recibir a Los Reyes de Irlanda y a su hijo. Tal vez luego de ellos lleguen más invitados, entonces deben estar atentos, no quiero que nada salga mal, ¿entendido? -este asintió.

𝐌𝐲 𝐋𝐞𝐠𝐚𝐜𝐲 ᯽ 𝘓𝘢𝘳𝘳𝘺 𝘚𝘵𝘺𝘭𝘪𝘯𝘴𝘰𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora