#1 LOKI (Del 31/05/2022 al 04/05/2022)
#1 POLIAMOR (21/02/2022)
#1 HIDDLESTON (18, 19/04/2022)
El título está bien escrito ya que una de las definiciones de "Asistenta" según el diccionario es:
f. Esp. Mujer que trabaja haciendo tareas domésticas en...
⚠️ADVERTENCIA ⚠️ Este capítulo contiene escenas perturbadoras que podrían herir la sensibilidad ya que se muestran los más profundos miedos de la protagonista. Personalmente es de las peores veces que lo he pasado escribiendo.
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Desperté sobresaltada, todo había sido un sueño, un maldito sueño, pero tan real que aún sentía miedo, la visión de Loki poseído tardaría de borrarse de mi mente, si es que lo hacía algún día.
Estaba tumbada sobre la cama a oscuras, esperando a tranquilizarme, hasta que sentí algo. Era un olor, un olor agradable, un olor que me hizo sentir reconfortada y estiré mi mano hasta la mesilla de noche para encender la luz, no obstante lo único que toqué fue una pared y me sobresalté.
No podía ver nada y empecé a palpar la pared desesperada, hasta que me di la vuelta al otro lado de la cama y ahí no había pared alguna. Me bajé de la cama y empecé a tantear todo a oscuras, hasta que di con el interruptor de la luz y pude encenderla.
Al hacerlo vi que no estaba en casa de Tom, sino en mi antiguo cuarto, en aquel que compartía con mi hermano y al mirar mi reflejo en el espejo vi que volvía a ser una niña.
No podía entender qué estaba pasando, estaba como soñando y a la vez no, no era capaz de ser racional, al igual que es difícil serlo en los sueños, simplemente creía que aquello estaba sucediendo de verdad. Sabía que era mayor, que estaba con Tom y con Loki, pero a la vez me creía que era de nuevo una niña, era muy confuso.
Salí de mi habitación y fui hasta el pequeño salón donde escuchaba voces y risas, voces que pensé que jamás volvería a escuchar...
—______, mi amor —me dijo mi madre cuando me vio—. He preparado tortitas con crema de chocolate para desayunar, date prisa, sino tu hermano se las acabará todas.
Ver a mi madre era como ver un reflejo de mí, ambas éramos idénticas. En la mesa del comedor estaba mi hermano devorando las tortitas con toda la boca llena de chocolate, y este al verme me sonrió
—Tranquila, por mucho que me gusten no voy a dejar a mi hermanita sin su desayuno favorito.
Aquello no podía ser real, pero de verdad lo creía, estaba confusa y feliz por verles de nuevo, ver que nada había cambiado.
