LA ASISTENTA // TOM HIDDLESTON - LOKI LAUFEYSON 🔞

EPÍLOGO

—Vamos, mi reina, ya es la hora de irnos —me dijo Loki.

—Lo sé, es sólo que voy a echar de menos esta realidad —dije echando un vistazo al que había sido nuestro hogar.

—Pero podremos volver —dijo Tom.

—Lo sé, pero no será lo mismo.

Entonces posé la vista en nuestros hijos, tenían aspecto de adolescentes, pero en realidad tenían 62 años, por lo que debían usar una ilusión para parecer mayores, al igual que habíamos hecho Tom y yo para guardar las apariencias. Pero había llegado el momento de mudarnos definitivamente a Asgard, los cinco, aunque mis hijos se dejarían ver de vez en cuando por aquí.

Tom, muy a su pesar, tuvo que fingir su muerte hace un año, y ahora había llegado mi turno.
Habíamos pasado unos años maravillosos en aquel hogar, allí había conocido a Tom, a Loki, allí habían dado nuestros hijos sus primeros pasos, dicho sus primeras palabras… Todas las paredes de aquella casa estaban llenas de recuerdos.

—¿Abres tú el portal o lo hago yo? —me preguntó Loki.

—Lo haré yo, debo practicar.

—Cuidado, mamá, a ver si nos vas a llevar a la boca de un volcán —dijo Ethan.

—O dejarnos en el lago de Asgard —dijo Leah.

—A las mazmorras de Asgard os voy a llevar —les dije invocando el portal.

—Lo has hecho bien a la primera esta vez —dijo Loki.

—Tengo un buen maestro.

—Tienes al mejor —dijo Loki cruzando primero.

—Lo sé, por eso dejé la Orden de Hechiceros.

—Por eso y porque no querían enseñarte más a menos que te unieras a ellos.

—Ya… demasiado compromiso.

—¿Cuándo nos enseñarás a nosotros también? —le preguntaron los mellizos a Loki.

—En la vida…

—Vaaa, no es justo.

—Cuando dominéis todo lo que tengo que enseñaros lo hablamos. Ahora id a darle un beso a vuestros abuelos.

Los mellizos desaparecieron por el largo pasillo y nos quedamos los tres a solas.

—Alegra la cara, que no te has muerto de verdad —dijo Loki.

—Nos resulta un poco más difícil fingir nuestra muerte que a ti —le dijo Tom.

—Ver a nuestra familia triste y no poderles decir la verdad…

—¡Ya estáis aquí! —dijo Delia apareciendo en escena con su vientre visiblemente abultado. Y es que estaba embarazada de su primer hijo.

Ella fue la primera en mudarse completamente a Asgard, de hecho llevaba varios años aquí. Nuestra red social fue la más utilizada durante dos décadas, pero al igual que ocurre con este tipo de redes, llegó otra que nos desbancó. Era algo que ya habíamos previsto, pero al menos en esos años ganamos más dinero que el que nos ofrecieron por comprarla la primera vez, muchísimo más. Por eso, cuando Delia ya no tuvo nada que la atara aquí cuando su madre falleció, se mudó a Asgard.

—Loki, Thor me ha dicho que necesita tu ayuda urgente en unos asuntos del reino —le dijo Delia.

—¿En serio?¿No puede ocuparse del reino durante 24 horas?

—Ya sabes que la política no es lo suyo. Por eso Odín os legó el reino a ambos.

Y esque Asgard había pasado a ser una monarquía dual gobernada por Thor y Loki, aunque más bien por este último.

—Iré en cuanto nos acomodemos, no tardaré.

—Gracias, cuñado.

—Acabas de poner un pie de vuelta a Asgard y ya te toca trabajar —le dijo Tom a Loki mientras colocábamos nuestras últimas cosas en la estancia.

—Pues no te rías mucho porque vas a ser consejero del reino, ambos lo seréis.

—¿Qué?¿Hablas en serio? —le pregunté sorprendida.

—Así es, Asgard es ahora nuestro hogar, y lo será igual que lo fue nuestra casa de Londres, por tanto, los asuntos del reino también os conciernen. No os he enseñado la política y la historia de Asgard porque sí, sino para cuando llegara este día.

—¿Y no se te ocurrió decirlo entonces? —le dijo Tom, a lo que Loki se encogió de hombros.

—Iré a ver que necesita Thor, deberíais venir también, al fin y al cabo, este es también vuestro reino.

Loki tenía razón, ahora Asgard era nuestro hogar, y como gobernantes, debíamos velar por él y por todos y cada uno de sus ciudadanos.

Una nueva vida y aventura que nos quedaba por vivir.