Epistolario 𝒔𝒐𝒍𝒊𝒔 ©

Décimo primer sol

México, 20 de diciembre de 2021

Querido y actual lejano padre,

Hace unos días se cumplieron dos meses desde que te fuiste y sigo sin acostumbrarme. ¿Se supone que esto será menos doloroso en un futuro?

Los primeros días fueron muy difíciles, y como si me odiase, todavía recuerdo todo: esperaba que llegaras en las noches y cruzases la puerta para decir que todo había sido un mal sueño, pensaba en servir otro plato para ti o hacer un poco más de comida porque tal vez no sería suficiente para que también comieras, en más de una ocasión estuve a punto de preguntar por ti para saber dónde estabas o si ya habías ido a dormir. Estaba por completo fuera de mi mente, y no puedo decirte que ahora estoy mejor, no me gustaría mentirte, en cambio puedo asegurar que estoy intentando no dejarme llevar por los sentimientos tristes por muy difícil que eso sea. Sin embargo, voy a confesarte que nada supera el haber escuchado a mi mamá y mis hermanos llorar, eres tan afortunado de no haberlo vivido.

Disculpa el atrevimiento anterior.

Sé que no lo planeaste, no creo que lo hayas hecho, pero a veces no puedo evitar enojarme por eso, por todo, contigo. ¿Me perdonarías? Es algo que no puedo evitar, me gustaría que lo supieses, porque yo en verdad sé que tampoco pudiste evitar lo que pasó. Intentaré trabajar en eso, en regularme.

No pienses que todo es malo, por supuesto que no: tu tesorito puso el árbol de navidad (está bastante emocionada), mis hermanas y mi mamá fueron al psicólogo, mi hermano y yo iremos el año que viene, mi mamá hoy comenzó a buscar trabajo y nos está yendo bien en la escuela, creo. Estamos haciendo lo que podemos y por ahora no va tan mal. Por favor envíanos sólo buenas vibras, si vienen acompañadas de un chocolate no podríamos siquiera quejarnos.

Como último a contarte tal vez te gustaría saber que estudiar medicina es mi opción más fuerte. Creo que lo saqué de ti, todos dicen lo mismo. Tú mismo decías que tenía potencial y veías en mí esa chispa. Antes solía pensar que podrías estar allí para aconsejarme, decirme que lo estaba haciendo bien y que estaba mejorando. Ahora sé que eso no podrá pasar, pero ten seguro que me las arreglaré y me irá mucho mejor.

En cualquier lugar que te encuentres ahora espero lo estés disfrutando mucho, sé que extrañabas mucho a tus padres y a tu hermana, ojalá puedas encontrarte con ellos ahora, de mi parte diles a mis abuelos que agradezco la forma en la que te criaron y que, aunque no los conocí, estoy muy agradecida con ellos. También espero encontrarnos más adelante, no pronto, porque mi mamá y mis hermanos aún están aquí, pero no te escondas y prepara tus brazos porque el abrazo que te daré en ese momento va a ser gigantesco.

P.D: Nunca pude saberlo, pero espero que pase lo que pase puedas estar orgulloso de mí. Te amo mucho, papá.

Una de tus "chicos malos"

💛🌤🌼