Décimo quinto sol

14 6 0
                                    

Diciembre 31 del 2021

Para ti, la luz de mis ojos,

Hoy, el año se acerca a su fin, trayendo consigo, miles de recuerdos, algunos amargos, algunos otros llenos de amor, luz, y de ti.

Me pregunto, ¿cómo es posible que tu sonrisa siga impregnada en lo más profundo de mi ser?, ¿cómo es que a pesar de que hace meses que nuestros senderos se separaron, mi corazón sigue anhelándote con fervor?, quizás sean las copas que hoy tengo encima, las que me hacen recordarte con más nitidez y añoranza.

Quizás sea este tonto y enfermo corazón que reclama tu presencia, quizás sea mi alma que se siente vacía y sola sin ti.

O quizás solo sea mi miserable existencia que ruega a gritos desesperados, que vuelvas a mí, que me ames de vuelta.

Aunque, si somos honestos, tú y yo sabemos que eso jamás pasara, es tan absurdo tan inútil creer que volverás, que tu preciosa y gloriosa existencia volverá a mi, pero aun así, hay noches enteras en las cuales desgasto mis horas inútiles de sueño, imaginando que un día el móvil va a sonarme, siendo un mensaje tuyo diciéndome que podemos volver a intentarlo, que aún estoy dentro tu preciosa galaxia, que aún puedo ser una brillante estrella para ti.

Pero no es así, y es justo en esos momentos donde el reloj marca la hora en la cual el sol resplandece y sale con fuerza, cuando caigo de nuevo en la cruel realidad.

Tú jamás vas a volver a mi.

Y me aferro a esa irrefutable verdad por que se que aun que me duela como un demonio tu ausencia, tu luz brillante y resplandeciente cual sol en plenos días de verano, ahora se encuentran alumbrando y llenando de calidez y amor a otra tierra. Mientras yo sigo aquí, cada día sintiendo mis días más fríos y solitarios.

Quisiera decir que estoy superándote, que mi corazón empieza a sanar, pero la realidad es que a seis molestos y obscuros meses, mi corazón te sigue amando, y no , no es un capricho como mis amigos suelen decirme, es la añoranza de saber que pudimos habernos fusionado , es la añoranza de ese casi algo, que fue un casi todo que nunca paso, es la añoranza de los días de invierno, cuando entre sutiles sonrisas y textos llenos de picardía, nuestras existencia empezaron a conocerse, son esas noches de desvelo, donde las llamadas y mensajes se hacían cada vez más frecuentes, son esos juegos de palabras y promesas de vernos, son esas noches donde nos preguntamos un poco de todo, descubriendo de forma lenta nuestras almas, es esa verdad que nos mostramos por medio de una pantalla, aún a pesar de estar a miles kilómetros, yo con dirección hacía donde sale el sol, y tu al sentido opuesto donde el sol guarda sus rayos al llegar el atardecer.

Son esos deseos inmensos de vernos, abrazarnos, besarnos como tantas veces lo deseamos por medio de una pantalla, son esas ganas de recorrer tu ciudad natal, con nuestras manos unidas, mientras nos contábamos uno que otro chiste para hacer más ameno el paseo, son esos deseos inmensos de poder tener frente a mí tus preciosos ojos negros que parecen contener ese brillo especial que me hace perder la razón y la conciencia.

Son esos sentimientos que me guardé en lo más profundo de mi corazón, el día que decidiste que no querías continuar. Son esos pasajes de avión que cancelé, y dejé pasar, porque ya no tenía sentido tenerlos. Es esa maleta que volví a guardar en lo más alto de mi armario, porque ya no tenía sentido cruzar 16 horas para estar contigo. Es esa frialdad con la que me dijiste que ya no querías estar más conmigo, son esos meses de vida, donde me enamoré de ti y después, después simplemente ya no significaban nada.

Son esas noches solitarias llenas de dolor, donde lo único que quería era una sencilla explicación, solo eso, una sencilla explicación para poder entender: ¿Qué había hecho mal?, es ese amor que ahora me sofoca y me hace escribirte esta carta anónima, carta que sé que jamás leerás, carta que sé que ahora solo será una carta trágica de un amante que añora con locura a su pequeña galaxia.

Porque después de ti, después de perderte, después de no buscarte más, solo me convertí en un corazón vacío, incapaz de volver a sentir, y puede sonar exagerado, pero ahora en mi presente, es así como mi corazón se siente.

Lo debo decir una vez más, sabiendo que quizás junto con esta carta, se vayan estas efímeras palabras detrás, pero: te amo, mi galaxia, luz de mi vida, te amo, y espero que tu galaxia, se llene de soles y lunas que alumbren a gran escala tu existencia.

Anónimo


💛🌤🌼

Epistolario 𝒔𝒐𝒍𝒊𝒔 ©Where stories live. Discover now