MI ÚNICA EXCEPCIÓN

CAPÍTULO 11

Al llegar al cuarto de Wittson noto que este está dormido y tiene una intravenosa en su mano derecha. Elli nota mi presencia y me da una sonrisa de medio lado, se acerca y me da un abrazo, me tenso un poco al principio pero luego rápidamente resivo su abrazo.

- Gracias Med... se que has de estar ocupada con el proyecto final de la Universidad pero, realmente necesito que estés aquí. - me dice aún abrazada a mi apoyando su cabeza sobre mi hombro. - Me entristece verlo sufrir. A veces se levanta en las noches por el dolor, es... es muy difícil verlo cuando eso pasa. - dice esto último en un susurro.

Yo solo escucho lo que me dice y acaricio su espalda en señal de apoyo mientras le digo que estoy ahí.

Le paso las cosas a Elli y le entrego un poco de sopa, que había comprado de camino. Me quedo un rato con ella y cuando Witson se despierta llega el doctor justo para hacerle una revisión. Decido irme, y le digo a Elli que me llame si necesita algo más.

Al salir del cuarto voy al ascensor y me dirijo a la salida... pero al abrirla veo a un niño salir corriendo de allí.

"¿Qué hace un niño solo en un Hospital? ¿Y su madre?

Decido seguirlo y veo que va hacia unas escaleras. Voy detrás de él y veo que abre unas puertas en vidrio que llevan a una terraza, entró detrás de él y le llamó, pero no me presta atención así que decido tomarlo de lo hombros deteniendo lo, pero el niño se asusta e intenta irse así que trato de calmarlo.

- ¡Oye! Tranquilo ¿vale? Te soltare pero, dime que no saldrás corriendo- le digo y el solo asiente un poco asustado y confundido alejo mis manos poco a poco de él pero a la vez no mucho por si intenta escapar. Al ver que no se va bajo mis manos  le regalo un pequeña sonrisa. - ¿Qué haces aquí solo?

El agacha la cabeza y me dice algo entre dientes pero no logro entender así que le digo: - ¿Por qué no me acompañas a comprar algo y buscamos a tu mamá?- Le extiendo mi mano y el con algo de duda la toma. Pero el niño me dice algo, así que me detengo y me pongo a su altura para escucharle mejor, diciéndole que me repita.

-No tengo mamá...

- y ¿tú papá?

El niño niega.

¿Quien puede estar a cargo de él? ¿Será un niño del orfanato?

Le sonrió al niño, lo tomó de nuevo de la mano y trato de preguntarles cosas que se puedan hacerlo sentir seguro conmigo. Al llegar a la recepción le pregunto a la enfermera por el niño y esta al verlo se sorprende pero su rostro cambia rápidamente a una expresión de alivio. Al tenerlo cerca lo toma en brazos y me mira agradecida.

- Gracias señorita, llevamos buscándolo desde hace 20 minutos. Unas de mis compañeras han salido en su búsqueda por él  en el hospital.- ella toma su teléfono y escribe, zeguramente mandando le mensajes a sus compañeras para que no busquen más al pequeño.

-¡Oh! Ya veo... ¿puedo hacerle una pregunta?

-Claro que sí, dígame ¿en que puedo ayudarla?

-¿Quien es el encargado del niño?

- Es un familiar cercano al niño, es el tío. Pero por políticas del hospital no puedo darle nombres.

-No, no se preocupe. Solo quería saber si había un responsable, el niño me dijo que no... ya sabe.

- Entiendo, no se preocupe.- me dice con una sonrisa.

En ese instante el ascensor se abre y de este sale el señor Lookwood con una muy notable preocupación. El ve a la enfermera y toma al niño en sus brazos. Lo abraza fuerte como si al soltarlo un poco se fuese a esfumar.

-¿Dónde estaba?- el dice, yo sólo lo observo.

- Señor Lookwood, no se preocupe el está bien. Esta muchacha lo a encontrado.- me observa y Airon me mira con algo de sorpresa. Yo le doy una media sonrisa algo incómoda.

-Señorita Medow...

- El estaba en la terraza, bueno iba de salida y al abrirse las puertas del ascensor me he topado con el niño pero salió corriendo. Sólo lo seguí y luego lo traje a recepción para preguntar por la familia del niño.
El me observa y me sonríe.

- Le agradezco, Esteban siempre sale corriendo cuando hay que aplicar le la inyección. ¿Verdad pequeño cobarde?- dice esto al pequeño que ahora sé que se llama Esteban.

- Tío, no soy cobarde... - dice el dice que no ha de tener más de 6 o 7 años, al parecer.

Yo miro la escena con una calidad asomando se en mi pecho, Airon le hace cosquillas al pequeño.

-Podría, por favor llevarlo a su cuarto- dice Airon a la enfermera, ella toma al niño y Esteban se despide agitando su manita, yo hago lo mismo.

-Te agradezco que le hayas seguido...-me dice él  con un agradecimiento sincero.

-No, no ha sido nada. No se preocupe.- no sabía que más decir además de que lo hice sin saber que era familiar de él.

-¿Tienes que ir a algún lado? Puedo llevarte.

- No, no señor. No se preocupe, esta aquí por su sobrino. Debió de estar muy preocupado. No le quitaré su tiempo.

- Es mi manera de agradecerte, si queires iré a ver que este ya en la cama y que este bien y te llevo ¿vale?- iba a negar de nuevo pero no me lo permitió, se fue rápidamente al dormitorio del pequeño.

Ya habían pasado unos 20 minutos desde que se había ido, pero tenía que irme pronto o llegaría tarde al trabajo lo bueno es que tenia mi uniforme en mi mochila y no tenia que ir hasta casa por el.

-Listo, vamos.-dijo él, sorprendiéndome.

Lo sigo a la salida y el se dirige a un auto que ni idea de cual es, puesto que de autos no se nada, pero se ve bonito a simple vista.

El se acerca a la puerta del copiloto, desbloquea el auto y abre la puerta para que yo entre. Ya estando allí me pongo el cinturón y el entra al auto.

-¿A dónde vas?
-Voy a la cafetería Black Coffee.

El asiente y pone en marcha el auto, miro mi reloj y voy a tiempo de aquí hasta la cafetería se toma solo media hora y faltan cuarenta y cinco minutos para que sean las 5:00 pm. Observo por la ventana un poco nerviosa, pero el silencio no es incómodo.

- ¿puedo preguntar te algo?- me dice derrepente, desvío mi mirada de la ventana y noto que estamos en un semáforo en rojo. Asiento no quitando mi mirada del frente.

- ¿Por qué estabas en el hospital?

No sabia que decirle... Lo mire por un momento pero aparte la mirada.
Por lo general no soy de contar lo que me pasa, siempre he creído que los problemas que cada quien tenga son de esa persona, no hay necesidad de decirle a alguien (al menos si es algo que tengas que recibir ayuda) pero, este no es un problema directamente hacia mí, yo ayudo en lo que puedo, pero no es algo que deba andar contando así como así.

-Es un asunto personal. - digo con una pequeña sonrisa de boca cerrada, mirando de reojo.

-Entiendo... ¿Es sobre tú salud?

-No, no. Yo me encuentro bien, gracias. Es algo aparte, personal.

-Llegamos.

Miro por la ventana y sí, efectivamente habíamos llegado. Me estaba quitando el cinturón, cuando el tomo mi mano deteniendome.

- Si necesitas algo solo dime, se que no nos conocemos bien, y que posiblemente no sea de mucha ayuda, pero si necesitas algo...- me  dice esto dándome una tarjeta de presentación, donde puedo ver su número de teléfono.- ....no dudes en escribirme o llamarme, y te agradezco por encontrar a mí sobrino.
No sabia que decirle. Solo le sonreí un poco, le dije que no se preocupara por lo del niño y salí de ahí entrando a la cafetería para empezar mi tiempo de trabajo. Pero, no podía dejar de pensar en lo cálidos que eran sus ojos y la paz que transmitia cuando hablaba. Mire la tarjeta, pero decidí solo guardarla en mi mochila. No creo que vaya a necesitar lo, nunca he necesitado de nadie.