MI ÚNICA EXCEPCIÓN

CAPITULO 1

Frente al espejo observo mi reflejo, veo mis ojos apagados sin ningún brillo, ni expresión en ellos. Pongo algo de música clásica, y me dispongo a alistarme e irme al trabajo.

Siempre tomo la misma ruta de la casa al trabajo, si tomo otra sentiré que me pierdo y la verdad no me gustaría cambiarla , es la más rápida y ya solo se siente caminar por inercia.

Al llegar al trabajo me cambio y timbro  en le monitor que toma las entradas y salidas, para hacerle saber al jefe que (cómo siempre),  llegué  temprano, pero de todas formas odio la impuntualidad.

Mi trabajo consta de ser mesera en una cafetería, y puedo decir que tiene postres muy ricos, y no lo digo sólo por que trabajo aquí, lo digo por que los he probado y puedo decir que son demasiado aceptables.

Realmente me gusta mi trabajo no es tan pesado, es buena la paga y me queda cerca de la Universidad.

Al finalizar mi hora de trabajo, me cambio y me encuentro con una de mis compañeras y amiga, Elli (el tiempo que llevo de  conocerla, me ha hecho ver que puedo confiar en ella). Ella tiene hoy turno  por la noche, así que es poco lo que hablo con ella. Me despido con un abrazó y me voy, no sin antes despedirme del jefe.

Llegando a la Universidad, noto que he llegado muy temprano mi primera clase es a las 7:00 pm, así que me dirijo a la biblioteca a adelantar otro trabajo que tengo pendiente para el día de mañana, no sin antes poner una alarma para que al verme tan sumergida en la tarea, no llegue tarde.

Suena la alarma, tomo mis cosas y reviso que nada se me haya quedado.

Al llegar al salón de clases, tomo un puesto en las filas de la mitad, en el centro. Siempre trato de sentarme en un punto medio, por que no me gusta estar ni muy adelante ni muy atrás. Sólo se siente  seguro hacer eso.

Al finalizar las clases, salgo directamente a la biblioteca pido prestado unos libros que necesito, firmó y salgo de la Universidad. Miro la hora en mi celular.

10:00 pm.

Se que aún no han cerrado la cafetería así que me tomo un tiempo para pasarme y comprarme uno de los tantos postres deliciosos que hacen.

Al llegar noto que está casi vacío, sí no fuera por el hombre sentado al fondo de la cafetería.

Me acerco donde se encuentra justo ahora Elli, y le saludo.

-¡Hola, Elli!- saludo animadamente.

Veo que está algo estresada tratando de resolver lo que sea que este haciendo, no alcanzó a ver ya que la caja está casi rodeada (excepto por la parte de donde se saca el dinero de cambio) un muro  de vidrio, con un agujero por el cual pasas el dinero y lo recibes.

Elli sale de su escondite y me saluda con energía y a la vez cansancio en su voz.

-¡Hola, Medow! Disculpa estaba revisando las ventas del día de hoy.- me dice escribiendo la cifra total en el cuaderno administrativo.

- Y ¿cómo nos fue?- pregunto, viendo como va organizando los papeles que se encontraban fuera del cuaderno. Al finalizar eso, me responde.

- Bueno, nos fue mucho mejor que ayer, pero créeme te fuiste y llegó más gente te de lo normal. Creo que necesitamos más empleados.- me dice esto último en un susurro, que no es necesario por que el jefe está en su oficina y no queda tan cerca a la vitrina principal.  Pero bueno.- ¿cómo te fue hoy a ti en la U?- me pregunta, con la alegría y honestidad en su mirada.

Me río por la bajo por su mirada alegrona y luego la miro.- Me fue bien, pero no te negaré que tantos trabajos que dejan los profesores,  me tiene agotada. - digo con cansancio casi fingido.- pero bueno, se una manera de quitarme este agotamiento y estrés.- le digo mirando fijamente el postre de frutos rojos que se encuentra en frente de mi, en la vitrina.

Se me queda mirando y luego al ver que veo directamente a la vitrina y a ese delicioso postre, me dice.

- ¡Oh! Claro tu nunca puedes empezar tu semana sin un postre.-  Me dice medio burlona, medio dándome un sermón.- pero bueno, te lo daré.

- No me digas nada, que te he visto a ti también comerte los croissant de chocolate antes de salir del trabajo.- le digo señalándola con mi dedo anular.

- Vale, vale. Tu ganas. - me dice mientras saca el postre, que mi boca ansia degustar.

Al darme el postre, le doy el dinero, un gracias  y me siento cerca a la puerta, empiezo a degustar y a sumergirme en el sabor del delicioso postre.

Mientras como dirijo al hombre de hace un rato, me quedo mirando un rato, tiene un traje  y unos lentes rectangulares transparentes, su piel es algo morena y su cabello cae en ondas por su frente pero a los costados esta mas corto podría decir que es apuesto. Toma lo que parece una tasa de café, mientras escribe algo, no se en que por que no alcanzó a ver. Decido desviar la mirada, honestamente no me gusta andar fisgoneando en la vida de los demás.

Termino mi postre, recojo la basura y la boto al cesto de la basura cercano.  Y me acerco donde Elli está, para agradecerle e irme.

Al instante en que me acerco, al lado mío se pone el hombre, que para poder verle a la cara tengo que inclinar bastante mi cabeza, ya que soy de estatura baja. Él deja la bandeja, la cual se lleva el pedido de los clientes.

El hombre ahora lleva un tapabocas negro, el cual cubre casi todo su rostro y con su lentes transparentes no se logra ver muy bien como es.

Se acerca a la caja y paga, deja propina en el tarro que hay a un lado de la caja y se va. Me quedo mirando a lo primero que se veo, la bandeja del aquel hombre, aunque no creo que sea tan mayor, puede que sea el traje que le haga ver así pero, al ver su rostro de cerca se ve algo mas joven de lo que imaginé.

Hay un reguero de de servilletas arrugadas, pero eso no es lo raro, lo raro es que tienen escrito algo...

Me da curiosidad,  así que tomó una y la desdoblo tratando de desarrugarla lo más que se pueda, miro que Elli no me este mirando y veo que esta limpiando las vitrinas, así que las miro una a una.

En su contenido hay como oraciones, muchas de las servilletas que abro tienen en ellas tienen algunos dibujos o garabatos, pero me fijé más en las letras y oraciones. Empiezo a leer, aunque creo que no comprendo muchas de ellas ya que su letra es cursiva, pero aún así lo logro.

"El ser libre, es cuestión de buscar la simpleza de la vida, no complicarte por los errores que veas en ella. Sólo vive"

"Decídete, no lo pienses. El tiempo corre y este solo desaparecerá y no habrá ni un segundo de oportunidades"

Abro una última que me suena tan triste y lúgubre. Como si se hiciera esas preguntas así mismo, como buscando una explicación de parte de quien sea que lo este atormentado.

"¿Que esta mal conmigo? ¿No soy suficiente para ti? ¿Tan molesto soy, como para dejarme sin siquiera decir adiós?. Ya no se si importa solo quiero una respuesta y así poder vivir con la libertad del hoy y poder decirte adiós."

Miro hacia la salida fascinada e intrigada por él.
Y veo como a cada paso que da, lo pierdo de vista con la oscuridad.

Si que tengo curiosidad, pero lo más probable es que ni siquiera lo vuelva a ver.

(Bueno al menos sus frases me las quedaré, no las dejaré que se pierdan en la basura eso seria un gran error.)