El Momento de Darle La Cara a Poché

2.1K 111 10
                                    

Pov Daniela

-Ya Santiago, déjame salir de la cama- reí mientras trataba de salir de los brazos de mi novio -Si mi papá se da cuenta que pasaste la noche en mi habitación va a arder troya-.

-Es que entiéndeme amor, me es imposible quitarte las manos de encima- comenzó a acariciar mi espalda desnuda.

-Debo bajar y entretenerlo para que puedas escabullirte al cuarto de huéspedes. Además conociéndolo en cualquier momento se aparece por aquí- logré zafarme de su abrazo.

Me levanté de la cama y me vestí lo más rápido que pude bajo su intensa mirada.

-Ya deja de verme así que no va a pasar nada más- le lancé su camisa.

-Por ahora- se levantó y me tomó por la cintura dándome un profundo beso -Pero prepárate para todo lo que te haré cuando estemos a solas en la hacienda- susurró seductoramente en mi oído.

Quise reaccionar ante sus palabras seductoras como lo haría cualquier chica feliz de que su novio quien vive en el extranjero se encuentre en su cuarto susurrándole al oído que la va a hacer suya hasta el cansancio pero no podía evitar sentir cierta cantidad de culpa por Poché, así que solamente le sonreí a medias y salí de la habitación.

Santiago vino solamente por un día y medio. Llegó anoche temprano y su idea era que compartieramos parte de la noche de ayer y todo el día de hoy antes de regresar mañana a Los Angeles. Debido a mi salida anoche con Poché solo nos quedaba el día de hoy para pasarla juntos, así que decidí que lo pasaríamos en la hacienda. Además no quería correr el riesgo de que si nos quedábamos en la ciudad alguien nos pudiera ver y se cayera mi fachada de que no tengo novio y eso llegara a oídos de Poché.

Al entrar a la cocina me encontré con Juliana sentada en la mesa tomándose un café.

-¿Y papá?- tomé una taza y me serví un poco de café.

-Buenos días para ti también- dijo con sarcasmo tomando un sorbo de su café.

-Lo siento, buenos días- me acerqué para dejar un beso en su mejilla.

-Papá ya se fue, tenía una reunión muy temprano- tomé asiento frente a ella -Así que puedes estar tranquila, no se dio cuenta que Santiago durmió en tu habitación- me miró con una sonrisa burlona por encima de su taza.

-¿Cómo haces para saberlo todo?- llevé la taza a mi boca para disimular el sonrojo en mis mejillas.

-Solo soy perceptiva- puso su taza a un lado y apoyó sus brazos sobre la mesa y alzó su ceja -¿Dónde estabas realmente anoche Calle?-.

-Em... Con Paula, solo que no en la finca de sus papás-.

-No te atrevas a mentirme- me señaló amenazante -Sé muy bien que no estabas con Pau-.

-¿Por qué crees que no estaba con Pau?-.

-Será porque anoche salí a cenar con un amigo y en el restaurante vi a Paula con Johan-.

-¿Con qué un amigo?- alcé las cejas repetidamente.

-Sí un amigo y no me cambies el tema- me fulminó con la mirada.

-Espera ¿viste a Pau con Johan?- pregunté sorprendida.

-Sí ¿Acaso no son amigos?- frunció el ceño.

-Depende ¿los viste actuando como en una salida de amigos o como en una cita?- cada vez me convencía más de que estos dos se traían algo.

-No sé, los vi a lo lejos. Ya iban de salida- se encogió de hombros.

TE JURO QUE TE AMÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora