TE JURO QUE TE AMÉ

Me Cansé De Tu Actitud De Mierda

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Pov Poché

Me despedí de Angie a pesar del pedido de ella para que me quedara un rato más, pero lo único que deseaba en estos momentos era estar a solas con Calle, las chicas al ver que nosotras nos íbamos decidieron también marcharse. Quedamos que iríamos a mi casa ya que mi papá está de viaje y Valentina se iba a quedar en casa de una amiga.

Apenas llegamos a su auto Calle de la nada me pegó contra la puerta del copiloto y me besó con intensidad y le devolví el beso con la misma ferocidad, con el mismo deseo que emanaban nuestros cuerpos y nublaba nuestra razón.

-Diablos Calle- murmuré al separarnos con mi respiración acelerada.

-Así me vuelves bebé, me vuelve loca saber que fuiste la mujer más bella de la fiesta y me molesta que todos te veían con deseo y que lo más seguro es que fantaseen contigo esta noche- Calle pegó su frente a la mía -Quería golpear a esa idiota aduladora de Angie que no dejaba de verte y de colocar sus manos en ti a pesar de saber que estás conmigo, que eres mi chica, solo mía-.

-Que fantaseen todo lo que quieran amor porque solo tú eres la que puedes hacer realidad todas las fantasías que tengas conmigo, porque solo tú eres la que puede hacer todo lo que quiera con mi cuerpo, porque te pertenece- ahora yo la besé con pasión -Vámonos ya antes de que te haga mía aquí mismo-.

Ella rió maliciosamente y abrió la puerta del carro para que subiera rodeó el auto y subió  al asiento del piloto y rápidamente puso el auto en marcha. Durante el camino íbamos tomada de la mano envueltas en un silencio cómodo deseosas de llegar pronto y poder dar rienda suelta a nuestra pasión.

Nada más entrar a mi habitación Calle me arrastró hasta el baño y me acorraló contra la puerta del mismo, me besó con fuerza y desespero, sus manos fueron a mi cadera mientras sus labios acariciaban los míos incitándome a seguirla en el beso. Ambas habíamos estado deseando este momento desde que ella llegó a la fiesta. Calle me había dicho con su mirada y con palabras lo mucho que me deseaba, haciendo volar mi imaginación de lo que nos esperaba al estar a solas, pero esto superaba con creces cualquier imaginación.

Sentir sus cálidos labios sobre los míos profundizando el beso en tanto que sus manos se dirigían al botón y cierre de mi pantalón tratando de quitármelos era delirante, una vez logró su cometido me sujetó de los glúteos, me pegó más a su cadera y se frotó contra mi pelvis. Me estaba volviendo loca, gemí contra sus labios mientras intentaba quitar su jeans sin interrumpir el contacto físico, desgraciadamente no pude, jadeé y me separé.

-Déjame quitarte el pantalón- mi voz sonaba entrecortada, estaba perdida en el deseo.

Calle asintió con una sonrisa pícara y se lo quité con rapidez al igual que su ropa interior, la acerqué a mí para unirnos en un beso voraz. Llevó su mano a mi centro que estaba extremadamente húmedo, sonrió contra mis labios al oírme gemir. Comenzó a subir y bajar su mano por todo mi centro pasando de vez en cuando el pulgar por mi clítoris lo que aumentaba mis gemidos. Calle me alejó de ella y abrió el agua de la ducha y la graduó, gemí de sorpresa cuando me metió bajo el agua llevando aún puesta mi ropa interior, cuando estiré el brazo para tomarla y atraerla hacía mí, ella retrocedió.

-Déjame admirarte por favor- estiró su mano y acarició mi mejilla suavemente y me estremecí al escuchar aquella suplica.

Asentí y las manos de Calle fueron a los tirantes de mi brasier para quitármelo mirando con anhelo mis pechos al quedar descubiertos. Me pellizcó uno de mis senos juguetonamente antes de alejarse y mirarme con intensidad.