Odio versus Obsesión

17 6 0
                                    

—¿Lista? —Dice mamá desde las escaleras. Yo recojo mis cosas y miro mi móvil en espera de un i-mail de Beck, diciéndome que me esperaba para irnos al aeropuerto ya.

—Ya bajo. —Grito respondiendo un i-mail de Beck.

—Llegarás tarde si no usas el metro a tiempo. —Repone mamá mientras la beso rápidamente y salgo apresuradamente a la cocina en busca de una manzana verde y ella me ayuda a bajar mis petates.

—Beck y Bon vinieron ya a por mí. Buena venta en la galería y te llamaré en cuanto llegue, ¿sí?. —Respondo dándole una mordida a la manzana y la abrazo. Después de toda una mañana insistiendo en que no viniese al aeropuerto a llevarme. El solo de la batería de 5 Seconds Of Summer de Ashton Irwin, me hizo mirar mi teléfono. Beck Black llamando.

—Llámame si me necesitas, Ash. —Dice mamá cuando ya cruzando la puerta y entro al ascensor.

Bajo a total velocidad y Beck me esperaba en el descansillo de la entrada de mi antiguo edificio. Mamá me dice adiós desde la ventana y la veo llorar. Yo lucho por no hacerlo y me subo a la camioneta de Beck.

—¿Quieres oír música? —Pregunta Beck con una sonrisa que me hace dejar de mirar por la ventanilla del auto y le devuelvo la sonrisa. Beck Black siempre era así de extrovertida, siempre mostrando su mejor lado a todos y sacando lo mejor de los momentos malos. Beck era pelirroja, de ojos verdes claros, de sonrisa y cuerpo de modelo impactante. Yo en cambio, parecía una pueblerina muerta de hambre a su lado. Ella sí tenía más clase y elegancia que yo, que soy de clase trabajadora y ella es rica.

Bonnie es afroamericana y sufre mi misma situación. Bullyng. Aún no entiendo por qué Beck nos habla, si yo y Bonnie somos discriminadas en el Robert F. Thompson. Nunca lo entenderé.

—Si es algo de 5 Seconds Of Summer. —Dice Bon con una sonrisa cómplice conmigo mientras Beck se decidía.

—Vale. Que sea algo que cante Luke Hemmings o Ashton Irwin. —Dice en tono burlesco. Bon y yo reímos.

—¿Que tal, Best Friend? —Bromeo sin aguantar la risa.

—Ésa me parece genial. —Dice Bon y la reproduzco.

Y todas cantamos el coro con muchas ganas. Ninguna de nosotras canta bien para ser sincera, perdón, la única que canta bien es Bon, ella quiere ser cantante y cantar con 5 Seconds Of Summer alguna vez, así como perder su virginidad con Calum Hood. Suena tonto y cursi, ¿no? Yo también tengo ésos sueños pero soy de las escritoras nerds. Llegamos al aeropuerto y entramos. En un minuto avisaran mi vuelo a Detroit y ya tengo deseos de llorar. No, todavía no puedes llorar, Astrid, aún no.

Subí las escaleras mecánicas y mordí mi labio inferior con nerviosismo. Aún no quería irme. Bon y Beck me abrazan por última vez.

—¿Qué harás cuando se metan contigo allá? —Pergunta Beck al borde de las lágrimas. Yo estoy al llorar también pero me aguanto muy bien.

—Los golpeo con el palo de limpieza de la Sra, de la limpieza y le roceo el gas pimienta. —Digo al punto de llorar y la abrazo de nuevo. En los altavoces se anuncia mi vuelo y mi nombre. Me separo de ellas y me seco las lágrimas con el dorso de mi mano.

—Cuidáte allá, Ash. —Dice Bon con una sonrisa triste. Yo la imito asintiendo con la cabeza y me alejo diciendo adiós con la mano. El vuelo no fue malo. Me sirvió para pensar y distraer mi mente de los viejos recuerdos en Seattle. Es más, el vuelo fue como una mágica terapia que me hizo ver el lado bueno de mudarme con Eddie Evans a Detroit. Apenas llegué, bajé las escaleras mecánicas y ví a Ed con un cartel con mi nombre inscrito. Él vestía unos vaqueros, una casaca gris y botas moteras. Su pelo negro azabache iba bien peinado hacia atrás y olía a colonia muy masculina y cigarrillos. Su habitual vicio. Fumar.

Lovesick GirlWhere stories live. Discover now