La cita

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¿Hay alguien que vote por algo caliente y acción? Chic@s, hoy se pone la cosa más interesante y más adictiva. ¿Quieren que Ian salga y nos narre su fantasía sexual o Astrid nos narre como es dejar salir a la Astrid perversa y pervertida que Ian se muere por conocer? Como sé que dirás que Astrid o Ian da igual, usaré el método de que cada uno narrará su capítulo. Éste es por Astrid. Disfruten, almas sucias ;-)

—Ya no puedo más, Ian. —Suplico.

—Sólo un poco más. Ya casi estamos, no te arrepentirás. —Insiste por decimocuarta vez. Estoy al estallar.

—Ya no puedo resistir. Está demasiado grande. —Desisto sin fuerzas. En verdad que lo estaba y demasiado para mi poca experiencia.

—Tú puedes. Sólo un poco más, ¿sí? —Vuelve a insistir. Asiento y aguanto el dolor.

—Ya, me rindo. —Digo cayendo exhausta sobre el sillón. Ian ríe.

—Sabía que podías aguantar. Ésa es mi chica. —Me anima. Ya estaba cansada y realizar demasiado autocontrol me dejó exhausta.

(Te atrapé, alma sucia. No seas tan mal pensado/a, es un helado. Limpia ésa mente.)

En realidad estamos en el parque de diversiones, ya que acabo de comerme un helado doble y me acabo de ganar un peluche de un  osito panda. Desde el principio me gustó pero Ian se obsesionó con ganar y tuve que sufrir las consecuencias. Miro al peluche y Ian ríe. Sé que va a burlarse.

—Ganaste gracias a mí. —Mofa. Resoplo y lo miro mal.

—Lo que tu digas. —Digo rodando los ojos.

—Bueno, tengo que dejarte en tu casa o vas a algún otro lado. —Dice y es verdad. Hoy tenía que trabajar en la librería.

—Casi olvido irme a la librería de Judith. —Digo rápidamente y salgo corriendo antes de que la cosa se ponga más tensa.

El turno de Riley termina en cuanto entro y me quedo en completa soledad. Me pongo los auriculares y escucho Love Lenguage de Crooked Colours mientras leo Orgullo y Prejuicio para la clase de Literatura. Ian y yo teníamos planes para más tarde, así que Jess y Verónica me mantuvieron ocupada en la librería mientras me envían mensajes y repasamos la lista de cosas atrevidas que podría hacer.

Semana de cerrar yo, así que cierro a la hora de siempre y salgo rumbo a la casa con una sonrisa boba que no me cabe en la cara. Tomo el autobús y distraigo mi mente camino a casa. Estoy nerviosa por verlo. Llego a casa y subo las escaleras a toda prisa. Me ducho y me roceo el perfume de Channel de Verónica y me pongo la camiseta del equipo de Ian, que estaba tendida en mi cama y una nota de perfecta caligrafía, que ni siquiera sé cómo encontró su camiseta si yo la tenía bien escondida.

Usála hoy para mí. Sin sostén, como acordamos. Te espero en mi casa. Se muere por follarte,

Atte. Ian Winbrook.

Sonrío y guardo la nota en una gaveta de mi cómoda. Me suelto el pelo y bajo las escaleras para ir a su casa. Estoy ansiosa por verlo. Toco la puerta y él abre en toalla. Él me recorre con la mirada y yo no sé qué hacer o decir hasta que me abalanzo a su pecho desnudo y húmedo y comienzo a besarlo con ansias.

Cierro la puerta tras de mí y él me carga a horcajadas hasta su sofá, en donde me esposa a un tubo y me sienta sobre sus piernas. Su entrepierna presiona mis muslos, ya erecto. Eso me me pone aún más en plan pervertida y él me quita la camiseta dejando a la vista mis redondos pechos.

Lovesick GirlWhere stories live. Discover now