¿Amigos o enemigos?

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Miércoles. Estoy feliz de que casi esté al acabarse ésta maldita semana para tener un fin de semana tranquilo. Ian vuelve a ser el mismo idiota de siempre. La canción The funeral de Yungblud suena y estoy acostada en mi cama haciendo las tareas de Mates que ni siquiera entiendo. Está claro que las Mates no son mis favoritas. Tocan la puerta y Jess sale tras ella y se sienta en mi cama mirándome con cara de aburrimiento.

—¿Qué haces? —Pregunta mirando mi cuaderno y viendo todo mi desorden de los ejercicios.

—Vamos a mi casa. Estoy sola hoy en casa sin el estúpido de Mason. —Dice con unas sonrisa que me dice que algo trama ésa pelirroja.

—Vale. —Digo levantándome y poniéndome mi sudadera negra.

Nos fuimos de casa y bajamos en el elevador. Al salir oigo jadeos y gemidos en el apartamento de Ian. Ian siendo el idiota Ian de siempre. Inevitable, ¿no? Avanzamos hasta el descansillo y vamos al auto de Jess. Ella arranca y yo miro por la ventanilla hasta que veo al idiota de Ian besar a una rubia mientras me mira y esboza una sonrisa maliciosa. Capullo.

Nos largamos de allí y nos vamos a la mansión Young. Jess me mira y sabe el porqué de mi mala cara. Ian Winbrook. Es un idiota. Llegamos a la mansión y ni siquiera estoy de humor para tonterías así que Jess me lleva dentro y veo a Álex. ¿Es en serio? ¡Soy la cobaya de ambos! Los odio.

—Dime que lo que veo no es cierto o sino te mato, Jessica Young. —Digo fingiendo una sonrisa para no matarlos allí mismo.

—Te traje porque necesito un pequeño favor tuyo. —Comienza a decir Jessica pero yo la detengo levantando la mano.

—Vaís a tener sexo y yo debo quedarme aquí a fingir que estás en casa. —Termino la idea por ella. Álex asiente y me sonríe. Alguna bomba viene detrás.

—Está súper claro que sola no te quedarás porque te dará por matarnos después así que pensé en Oliver o en Ian de compañía. Tú eliges. —Dice y yo siento que voy a estallar y arrancarles la cabeza a ambos. A Ian no lo quiero ver ni en pintura y Oliver, seriamente no sé qué decir. Así que me controlo y evito ir a la correccional juvenil por matarlos a ellos.

—Ian que se vaya a la mierda, prefiero de compañía a Oliver. —Digo cruzando los brazos sobre mi regazo y mirándolos atentamente a ambos.

—Entonces digo que Oliver se ganó la lotería. Una noche contigo aquí, ¡hasta Ian se moriría por tener sexo contigo!

—Ya calláte.

—Bueno, nos vamos. Usad condón. —Dice Álex y Jess le golpea el hombro mientras salen. Sola. Me tiro en el enorme sofá de la mansión y siento la comodidad. Es genial. Me pongo los auriculares y voy a la habitación de Jess mientras oigo Prophet de King Princess y como realmente no recuerdo mucho donde es la habitación de Jess, paso por el gimnasio y lo que veo me deja boquiabierta. Oliver sin camiseta haciendo ejercicios con un saco de boxeo, completamente sudado con el pelo cayéndosele en la  frente.

Vestía unos jeans ajustados, iba descalzo y sin camiseta. Su pelo cae húmedo sobre su rostro y se denotan más el verde esmeralda de sus ojos y el lunar en su labio inferior. Sin darme cuenta, Oliver me ve retractar y me llama tomándome del brazo.

—Astrid...

—Sólo estaba de paso, tengo muchas cosas que hacer y no tengo tiempo. —Digo mirándolo a los ojos suplicante.

—Sé que me evitas. —Dice con convicción.

—No lo hago. —Niego rotundamente. Desde el martes llevo evitándolo y sé que no debo meterme en problemas amorosos pero es que Oliver me gusta y no sé que hacer en respecto a eso.

Lovesick GirlWhere stories live. Discover now