[ ꜰ ɪ ɴ ᴀ ʟ ɪ ᴢ ᴀ ᴅ ᴀ ]
Minatozaki Sana es la primera ministra electa de Japón, subestimada y menospreciada únicamente solo por ser la primera mujer en la historia en obtener este cargo.
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Hwang T/n es una huérfana que regresa a su país de orige...
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—¿T/n?
Sana rápidamente corrió hacia la azabache, atrapandola entre sus brazos antes de que tocara el suelo, la japonesa se había preocupado bastante cuando ambas cayeron al suelo, pero milagrosamente -gracias a ella- solo causaron ruido.
—Dios mío, ¿Estás bien? -preguntó Sana desde el suelo con T/n en sus brazos, la azabache estaba sollozando en el cuello de Sana- ¿T/n?
La japonesa no estaba entendiendo nada. Ella simplemente iba a hablar con Haseul sobre un tema en específico, pero su camino fue interrumpido por la azabache, ¿Que había pasado para que está estuviera así?, Como pudo está se puso de pie, sosteniendo a T/n por la cintura. Por ahora sería casi imposible saber que sucedió con la azabache en ese estado. Sana simplemente se la llevó de ahí
Del otro lado del pasillo, Haseul abrió la puerta con confusión, mirando hacia todas partes.
—¿Escuchaste eso? -preguntó la azabache mayor, Kahei asintió desde el interior de la oficina- Llama a Sooyoung, hay algo aquí que no me cuadra...
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—¿Ya estás mejor? -Sana preguntó con una sonrisa, T/n asintió con su cabeza mientras bebía un poco de té- Me preocupe bastante...
T/n dejo la taza en la mesa, juntando sus manos de una manera que a ojos de la japonesa lucía terriblemente adorable. Sana tosió cuando aquel sonrojó invadió su rostro, la linda azabache causaba estragos en ella desde el primer momento que la vió en aquella conferencia, Sana sacudió su cabeza y se sentó recta, este no era el momento de pensar en ello.
—¿Quieres hablar de ello?
La azabache levantó la mirada. —Esto... No sé cómo iniciar -confesó, mirando el líquido amarillo en la taza- Nunca había pensado mucho en mi pasado, pero... -T/n suspiró, Sana a su lado tomó sus manos entre las suyas, dándole apoyó a la azabache- ¿Cómo has soportado tantas cosas malas en tu vida?
La pregunta tomó desprevenida a Sana, pero aún así sonrió.
—Pienso en mi futuro, y en aquellos que amo -respondió Sana, mirando a T/n directamente a los ojos- No la he tenido fácil, ni tú tampoco... Pero si pienso en todo lo malo que me ha pasado, no podré concentrarme en lo que realmente importa.
